El ministro de Educación, Esteban Bullrich, sigue sin llegar a un acuerdo con los gremios docentes nacionales, a sólo cuatro días del inicio de las clases. Ayer, el ministro seguía sin firmar el acta de aumento del 40 por ciento para el salario inicial que prometió públicamente, lo que imposibilitó cualquier posibilidad de acercamiento entre las partes. Convocados para las 12 del mediodía en el Ministerio de Trabajo, los gremios acudieron a la reunión con la expectativa de llevarse la propuesta para discutirla en las asambleas, pero las diferencias volvieron a surgir y tras un cuarto intermedio que se extendió por diez horas, el diálogo fracasó. Está previsto que hoy, a las cinco de la tarde, se retomen las discusiones.

La cita comenzó en el horario previsto, en el ministerio que conduce Jorge Triaca. Tres horas después, no había acuerdo, por lo que se llamó a un cuarto intermedio hasta las 17, que se postergó primero para las 19 y luego para las 22 horas. Las diez horas que mediaron entre ambos encuentros se vivieron con incertidumbre y malestar entre los representantes gremiales, que denunciaron no haber recibido explicación alguna por las demoras. “Fue otro bochorno más del Gobierno”, se quejó el secretario general de UTE-Ctera, Eduardo López. Cerca de las 22, los docentes recibieron la novedad de una nueva postergación, para hoy a las 17.

La razón del desacuerdo, explicó el dirigente, se basó en los tiempos y las condiciones de la firma del acta. La versión de los gremialistas es que el Gobierno pretendía que los dirigentes firmaran el acta y aprobaran el acuerdo durante la reunión, lo que fue rechazado. Los gremios se mantuvieron firmes en la postura de debatir la propuesta en las escuelas y tratar su aprobación en el congreso que Ctera tiene previsto realizar mañana, tal como adelantó este diario. “El ministerio quería certezas, es cierto que los tiempos están apretando, pero no es nuestra práctica decir sí o no en una reunión, sino trasladarla a los docentes para el debate”, aclaró López.

A pesar del apuro del ministro por cerrar el acuerdo, hasta las 22 el acta con su firma todavía no había aparecido. “Fue todo de palabra, como desde el principio. Lo único que tenían eran borradores, pero el acta firmada no la vimos nunca”, relató. Para López, los contratiempos del Gobierno se explican por la falta de voluntad de realizar las paritarias en tiempo y forma. “Era un papelón que no nos hagan una propuesta, nos llamaron por la presión social, pero todavía no tenemos una respuesta satisfactoria”, se quejó.

En paralelo, los gremios de la provincia de Buenos Aires esperaban el llamado para retomar la mesa de diálogo, que también se vio postergada en dos oportunidades. En La Plata, la cita estaba prevista para las 17, pero fue replanteada para las 19 y luego para las 21. El horario de inicio de la mesa en la provincia estuvo atado durante toda la tarde a los vaivenes del acuerdo a nivel nacional, lo que finalmente hizo caer el encuentro.

“Sin oferta salarial, el gobierno provincial pone otra vez en riesgo el inicio de las clases. El conflicto sigue abierto”, aseguró la secretaria de Educación y Cultura de Suteba, Silvia Almazan, quien fijó como expectativa “que ningún docente perciba menos de 10 mil pesos” de salario inicial. Como si las postergaciones no alcanzaran, ayer el secretario general de Suteba, Roberto Baradel, denunció que sus hijos volvieron a recibir amenazas de muerte.