Lun 29.02.2016

EL PAíS  › OPINIóN

¿Será justicia?

› Por Eduardo F. Valdés *

“Señora de ojos vendados que estás en los tribunales sin ver a los abogados, baja de tus pedestales, ¡¡¡quítate la venda y mira, cuánta mentira!!!.”, pide la canción de María Elena Walsh.

Hace aproximadamente 30 días empezó a circular la versión de que venía Jaime Stiuso a declarar en la causa Nisman a incriminar a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en ese expediente.

Lo que nadie supuso fue que el presidente de la Corte Suprema de Justicia declararía, a cinco días de la presentación del ex agente de inteligencia: “Que no se sepa nada del caso Nisman es impunidad”. Podíamos preguntarle: que no se sepa nada del atentado a la Embajada de Israel, tras 23 años de los cuales hace 11 años que la investigación está bajo la responsabilidad del propio Lorenzetti, ¿qué significa?, ¿qué calificación le merece? Hablamos de 23 años, no de un año y dos meses, de 22 muertos y 242 heridos.

El mismo presidente de la Corte que 48 horas después del triunfo de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación sacó un fallo a favor de Córdoba, Santa Fe y San Luis que obligaba al Estado Nacional a pagarles a estas provincias 80 mil millones de pesos que desfinanciaban al nuevo mandatario.

Ambas actitudes, la del fallo insólito y la de la incumbencia en el expediente Nisman, tienen un elemento en común: Lorenzetti como experto en (su) oportunidad, mérito y (su) conveniencia.

¿Querrá el magistrado intervenir sobre la política del nuevo gobierno? ¿Cuánto afectan sus palabras en la tarea de la jueza Palmaghini? ¿Y cuánto en la tarea del Ministerio Público Fiscal?

A las 24 horas de Lorenzetti, el fiscal de Cámara en lo Penal Ricardo Sáenz, es declarado rival del gobierno anterior y amigo de la ex esposa del fiscal, Sandra Arroyo Salgado. Ha sido organizador y convocante a todas las concentraciones a Plaza Lavalle en memoria del fallecido fiscal y permanentemente ha querido acusar de todo al poder político kirchnerista. Esta clara posición ideológica no afectaría su sano juicio para acompañar las declaraciones de Lorenzetti y afirmar que se trataba de un homicidio para así solicitar el pase de la causa a la Justicia Federal.

Todo esto se desarrolla horas antes de la declaración que ha solicitado la jueza natural de la causa, Fabiana Palmaghini a Jaime Stiuso, quien deberá ampliar su declaración testimonial sobre la muerte de Alberto Nisman fundamentalmente por qué no contestó las tres llamadas que el fiscal le hizo horas antes de su fallecimiento.

Mientras altos funcionarios judiciales hacen estas afirmaciones, los familiares de las víctimas de los atentados de la Embajada de Israel y de la AMIA esperan que se cite a declarar a dos ex embajadores de Israel en Argentina, Daniel Gazit y Itzhak Aviran. En 2010 Gazit declaró al diario Perfil: “Sabemos quién estuvo detrás del atentado contra la Embajada de Israel, quién lo organizó, quién dio las órdenes y quién lo hizo, con nombres y todo. Y ya dimos cuenta de ellos”. Aviran, por su parte se despachó en el mismo sentido el 2 de enero de 2014: “Los autores del atentado contra la AMIA ya fueron mandados al otro mundo. Y lo hicimos nosotros” (por Israel).

A confesión de parte, no hubiera sido lo más natural que la Corte Suprema citara a Gazit y Nisman a Aviran para que digan quiénes fueron los que Israel sentenció. Al menos contaríamos con más respuestas.

Nunca es tarde. Por la memoria de las víctimas y sus familias, ojalá que pronto sean interrogados. Al menos contaríamos con mas respuestas procesalmente útiles (que faltan) en lugar de estar excedidos de comentarios (que sobran).

Sigue el canto de María Elena Walsh: “Señora de ojos vendados, con la espada y la balanza, a los justos humillados, no les robes la esperanza. ¡¡Dales la razón y llora porque ya es hora!!”.

* Diputado del Parlasur.

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