Martín Lanatta, uno de los condenados por el triple crimen de General Rodríguez, ratificó en la cárcel, en una declaración a la jueza federal María Servini de Cubría, las imputaciones que realizara el año pasado en plena campaña electoral en una entrevista televisiva contra el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández, vinculándolo con el tráfico de efedrina y como autor intelectual del triple crimen.

Fuentes judiciales revelaron que Servini de Cubría, dos secretarios del juzgado y el fiscal Juan Pedro Zoni concurrieron el miércoles pasado a la cárcel de Ezeiza, para tomarle declaración durante cuatro horas a Lanatta. Como testigo, pero sin declarar bajo juramento –por su condena a prisión perpetua– insistió en sus dichos sobre Fernández, asegurando que un personaje conocido con el apodo de “La Morsa” que aparece en sus diálogos telefónicos era el ex funcionario. También reiteró que se relacionó con él a través de Andrés Meiszner, ex director del Registro Nacional de Armas (Renar) e hijo de un ex presidente del club Quilmes.

Durante su exposición, Lanatta también buscó hablar de la fuga que protagonizó junto a su hermano Cristian y su cómplice Víctor Schillaci a fin de año, en un raid que comenzó en Buenos Aires y terminó en un campo en Santa Fe, asegurando que había recibido ayuda para escapar del penal de General Alvear. Pero los funcionarios judiciales evitaron envolverse en el tema porque la causa de la huida tramita en otro juzgado.

Lanatta aprovechó su espíritu colaborador para pedir beneficios como que le alivien las condiciones de aislamiento que le impuso el Servicio Penitenciario Federal y que lo reubiquen junto a sus dos cómplices.

“No dijo nada nuevo. Pese a que prometía dar datos nuevos, no aportó nada relevante por ahora, pero seguimos investigando”, comentó una de las fuentes judiciales.