El represor Miguel Etchecolatz llegó a la prisión perpetua por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. La Justicia platense condenó ayer a 25 años de prisión al ex comisario Etchecolatz por el secuestro y desaparición de los militantes universitarios Daniel Favero y María Paula Alvarez. El tribunal le fijó la pena única de reclusión perpetua por las sentencias de 1986, 2004, 2006 y 2014 que ya ha pesaban en su contra. También fueron condenados por el mismo caso los represores Fernando Svedas, Raúl Machuca y Julio César Argüello, quienes también integraban la Brigada de Investigaciones.

El ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la dictadura, Miguel Osvaldo Etchecolatz, fue encontrado culpable como coautor mediato de la desaparición forzada de personas bajo el delito internacional de genocidio. El Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata sumó así una nueva condena para el ex comisario por la desaparición de Favero y Alvarez, ya que purga tres cadenas perpetuas por delitos de lesa humanidad y a pesar de que la defensa de los acusados habían solicitado la absolución en la última audiencia del juicio que se realizó en La Plata y poco antes de la lectura del fallo condenatorio, donde también ratificaron que Etchecolatz continuará cumpliendo la condena en el penal de Marcos Paz, en la provincia de Buenos Aires.

María Paula Alvarez y Daniel Omar Favero, ambos militantes de la Juventud Universitaria Peronista, fueron secuestrados por la patota al de la Policía Bonaerense el 24 de junio de 1977. Cuatro policías de la Brigada de Investigaciones que comandaba Machuca y que recibía ordenes de Etchecolatz los interceptaron cuando salieron a la calle cerca de la medianoche y los secuestraron trasladándolos en auto sin que se sepa su destino por lo que permanecen aún desaparecidos. Favero estudiaba letras en la facultad de Humanidades de la Universidad de La Plata, era escritor, músico y en 1972 había presentado su libro Los últimos poemas, parte de una colección dirigida por el poeta y editor José Luis Mangieri. El escuadrón policial ya había pasado antes por la casa de los hermanos de Favero, a quienes los secuestraron y torturaron para que revelaran el paradero de la pareja.

La Brigada de Investigaciones de La Plata, bajo órdenes de Etchecolatz y en la que actuaban en la época también Sveda, Machuca y Argüello, funcionó durante el terrorismo de Estado como centro clandestino de detención. Ya en una sentencia de 2013, el tribunal platense había unificado las tres condenas que por delitos de lesa humanidad recibió Etchecolatz en una única de prisión perpetua e inhabilitación absoluta perpetua por haberse desempeñado como colaborador principal en la represión en la provincia de Buenos Aires que estuvo bajo las órdenes del genocida Ramón Camps. En 1986 durante el juicio a las juntas militares el ex comisario recibió su primera condena, y luego con la reactivación de las causas por delitos de lesa humanidad a partir de la llegada del kirchnerismo a partir del 2003 fue encontrado culpable en el 2004 por el robo de un bebé y otra en el 2006, donde por primera vez se condenó a un represor en el marco de un genocidio. Además, en 2014 también fue condenado a perpetua, esta vez por los delitos de lesa humanidad cometidos en La Cacha.