La diputada Elisa Carrió ratificó ayer en Tribunales su denuncia pública contra el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, a quien mencionó como “uno más en la larga tragedia nacional de operadores y vínculos promiscuos” entre políticos, jueces, agentes de inteligencia y dirigentes de clubes de fútbol. “No sé si es delito pero estoy harta”, sostuvo la dirigente de la Coalición Cívica, que forma parte del frente Cambiemos, y agregó “hoy me toca cuestionar al gobierno que llevé al poder”.

Carrió se presentó ante el juzgado federal a cargo de Sebastián Casanello, quien la citó a partir de sus declaraciones televisivas en el marco de una denuncia que impulsó el fiscal Federico Delgado. Enmarcó su testimonio en las denuncias contra “personas paraestatales” que “mantenían relaciones amistosas con miembros del Poder Judicial e interferían en causas ligadas a distintos crímenes federales o actos de corrupción donde estuvieran comprometidos funcionarios públicos”. Mencionó como antecedentes a Rodolfo Barra, Javier Fernández, Hugo Anzorreguy, Arnaldo Klainer y Enrique Nosiglia. En su extensa introducción mencionó a Ricardo Gil Lavedra y Carlos Arslanian como abogados que usaron “su prestigio para ganar dinero en tribunales”; y al juez federal Julián Ercolini y al ex juez (actual embajador en Uruguay) Guillermo Montenegro como encargados de “garantizar impunidad” durante la última década.

“Tomé conocimiento de que un tal señor Angelici, que no sabía quién era dado que no miro fútbol ni juego fútbol, hablaba con Oyarbide pidiéndole que se jubilara, almorzaba con jueces y fiscales vinculados a Boca, y que ‘ayudaba’, como lo dijo el propio Mauricio Macri en un reportaje en La Nación, al presidente sin cumplir institucional alguna”, explicó Carrió. “Empecé a escuchar que el que se iba a encargar del Consejo de la Magistratura era Angelici, entonces me dediqué a estudiar quién era”, dijo, y concluyó que “era uno más en la larga tragedia nacional de operadores y vínculos promiscuos entre operadores políticos, la justicia, los servicios de inteligencia y los clubes de fútbol”. Más adelante, en una declaración caótica, lo definió como “un ser del juego” y ejemplo de los “héroes machos y patriotas que gobiernan la argentina”. Por último apuntó la “relación estrecha del señor Angelici con el doctor Darío Richarte por haber sido defensor de todos los funcionarios kirchneristas y por su alta incidencia en designaciones en lugares claves del gobierno a través de Angelici”.