Aliada en el frente Cambiemos, la diputada Elisa Carrió no se quedó callada respecto a la información suministrada a través de los Panamá Papers y por la mañana en Twitter escribió que el presidente Mauricio Macri “debe presentar las pruebas de sus dichos”. Más tarde salió en televisión e informó que Marcos Peña le había mandado documentación por mail –sería la declaración jurada de Franco Macri en la que figuraba la firma Fleg Trading Ltd– y que lo defendía. En cambio, no dijo lo mismo de Franco Macri y, peor todavía, del intendente de Lanús, Néstor Grindetti.

Lilita Carrió está destinada a ser un dolor de cabeza periódico para Macri. La semana pasada la convocó a su despacho luego de que la diputada acusara al presidente de Boca, Daniel Angelici, de operar en la justicia en nombre del Presidente y criticara con acidez el anuncio de aumento de tarifas. Ayer, Carrió volvió a la carga con las novedades de los Papers.

“Esta es una buena noticia para todo el mundo, que se empiecen a conocer las sociedades offshore”, escribió en Twitter. Recordó que junto con la diputada Mariana Zuvic habían denunciado al ex secretario privado de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, y al ex gobernador Daniel Peralta pero que el juez Claudio Bonadio cerró la causa.

Recordó el derrotero del estudio Mossack y Fonseca y que “Macri debe presentar pruebas de sus dichos”. Bajó el tono cuando le mandó los documentos. “El Presidente efectivamente no tenía por qué declarar esto, no era un cargo, nunca tuvo actividad”, lo defendió. “El monto de la sociedad siempre fue de 1950 dólares que pertenecen a Franco Macri. Yo no me hago cargo de Franco Macri pero defiendo a este presidente que puede tener esta confusión por estar dentro del directorio”, agregó. Pero al que peor trató fue a Grindetti. “No tiene explicación, siempre sospeché que era un corrupto y no me eqivoqué.”