EL PAíS › EL PTS, EL PO Y LA IZQUIERDA SOCIALISTA NO PUDIERON ACORDAR UN ACTO UNICO POR EL 1º DE MAYO
El PTS quiso repudiar en el acto por el Día de los Trabajadores “el golpe institucional” contra Dilma Rousseff. La IS discrepó: “Es un juicio político como tantos”. El PO prefirió acompañar a IS el 1º en Plaza de Mayo. El PTS hará su acto el 30.
› Por Adriana Meyer
No es la primera vez que las fuerzas políticas que integran el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) difieren en sus posturas y accionan por separado. Estaba todo listo para que el Partido Obrero (PO), el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) e Izquierda Socialista (IS) hicieran el tradicional acto del 1º de mayo por el Día Internacional de los Trabajadores en Plaza de Mayo, pero el diablo volvió a meter la cola. En realidad fue el inicio de la acusación contra la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, porque IS se niega a considerar que se trate de un golpe institucional. Así, el PTS hará el 30 un acto “contra el golpe en Brasil y el ajuste de Macri y los gobernadores”, frente a la embajada de ese país para expresar “un repudio concreto al avance de la derecha en la región”, y el PO e IS los llaman a no romper el acuerdo para un acto unitario en Plaza de Mayo, al tiempo que alertan sobre una nueva grieta en el FIT. “Vemos un intento raro de generar una crisis aprovechando una diferencia circunstancial, no es un acto sobre Brasil sino sobre el 1º de mayo”, dijo Gabriel Solano (PO) a Página/12. “No enfrentar este golpe es el mismo error que apoyar a las patronales agrarias como hizo el MST, es inadmisible para una corriente internacionalista como somos, en un acto internacionalista, no mencionar el golpe en Brasil en la consigna de convocatoria”, replicó Christian Castillo (PTS).
Ese partido, que sostiene que “las consignas no son abstracciones ni saludos a la bandera sino algo concreto”, consideró que la aprobación en el Parlamento brasileño del juicio político contra la mandataria es “un golpe institucional impulsado por la derecha para aplicar más ajuste en el país vecino”, y que la gravedad de esa situación obligaba a modificar el escenario del acto del 1º de mayo. El otro socio del frente trotskista, el PO, paradójicamente coincide en la caracterización de los sucesos en Brasil como “golpe institucional”, pero se negó a cambiar el acuerdo establecido con IS, quienes sí difieren a la hora de ponderar el jaqueo a Rousseff al considerar que “es un juicio político como tantos otros”, y prefieren levantar la consigna de “que se vayan todos”. En un comunicado, IS expresó que “sorpresivamente el miércoles, los dirigentes del PTS presentaron en la mesa nacional del FIT un cambio radical en los ejes de la convocatoria pasando a proponer que la consigna central debía ser ‘abajo el golpe en Brasil’ y que el acto debía hacerse frente a la embajada de Brasil”. Para Juan Carlos “Gringo” Giordano, dirigente de IS, “no se puede poner en cuestión el acto, y menos con un ultimátum, sino no existe el FIT”. Tras explicar que para su agrupación “hablar de golpe (en Brasil) es justificar la continuidad de los planes de ajuste”, Giordano expresó su deseo de que “el PTS abandone su postura”.
Por el contrario, Castillo invocó “que se ubiquen los compañeros”, y cuestionó que “el PO le claudique a IS, quienes son minoría y sin embargo pretenden imponer su posición”. Para Guillo Pistonesi, también del PTS, “hay que salir del fetichismo de que hay que hacer un acto unitario como un ‘deber ser’ en abstracto, la independencia política de los trabajadores en un principio que se hace valer ante cada hecho de la realidad y hoy ejercerla y ser internacionalista es repudiar el golpe en Brasil, un hecho de colosal importancia para América Latina”. En tal sentido, el dirigente recordó que el domingo Jorge Altamira (PO) publicó en Twitter que “esto puede ser el inicio de golpes” en todo el subcontinente. Pistonesi consideró que “no hay que dramatizar, el FIT no está en peligro”, y recordó que a fines de 2013 hubo diferencias en el frente por las huelgas policiales y esto provocó actos separados por el aniversario del estallido del 20 de diciembre de 2001.
“Estamos muy enojados, es un dislate la actitud del PTS de impedir el acto en Plaza de Mayo, donde cada orador puede expresar sus posiciones dado que no había un documento único. Esto favorece al kirchnerismo y a las corrientes nacionalistas que compiten por la dirección de las masas”, se quejó Solano (PO). Tras admitir que difieren con IS sobre la situación en Brasil porque ellos “repudian el golpe”, aunque no quieren “quedar pegados al gobierno de Dilma”, enfatizó que “esa diferencia no amerita romper la unidad”.
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