Sergio Massa volvió a jugar al equilibrista tras el encuentro de ayer con el jefe del bloque de senadores del Frente para la Victoria-PJ, Miguel Angel Pichetto. El líder del Frente Renovador volvió a insistir en que buscará en Diputados “mejorar” la media sanción del Senado que frena los despidos sin causa por 180 días y que prevé la doble indemnización, aunque aclaró que si “no existe consenso” para exceptuar a las pymes de la iniciativa su bloque acompañará el proyecto aprobado en la Cámara alta para “proteger a los trabajadores”, luego que Pichetto le ratificara que “no aceptarían cambios” en la iniciativa. Cerca de Massa, afirmaron a Página/12 que su postura “es un llamado de atención más” al gobierno de Mauricio Macri y que si el oficialismo “no comprende” la necesidad de moderar sus medidas económicas habría llegado “el momento de ponerle un límite”. El discurso de Massa también va dirigido a su propia tropa, donde la ley antidespidos generó un grieta entre sus representantes sindicales y empresariales, que tratará de saldar hoy en un encuentro de sus diputados. En tanto, los legisladores del FpV y demás bloques opositores firmaron un pedido de sesión especial para el jueves (ver recuadro) para tratar el proyecto aprobado en el Senado el miércoles pasado y que la vicepresidenta Gabriela Michetti todavía no giró a Diputados.

“Vamos a insistir con nuestra ley que protege a las pymes. Aspiramos a que la media sanción (del Senado) contemple ese tema, pero si eso no es posible, una forma de defender a los trabajadores es acompañar la doble indemnización”, sostuvo Massa al salir del encuentro con Pichetto y luego del reclamos de periodistas para que expresara con “claridad” la postura que su bloque asumiría en la Cámara baja.

Antes, Massa aseguró que buscará que la ley de Emergencia Ocupacional “pueda ser enriquecida” en la Cámara de Diputados y que “no existe una única alternativa” para “poner un freno a los despidos”. Agregó que buscará incorporar al proyecto aprobado por lo senadores propuestas para “generar políticas activas” que incorporen a los jóvenes que buscan su primer empleo y mayores de 50 años al mercado de trabajo.

El diputado ya había obtenido una respuesta de Pichetto en el sentido contrario. “No hay mucho mas que agregar en términos de lo que ya se votó. El Senado votó con más de dos tercios de los votos de distintos espacios político y ha sido una definición muy clara de parte del bloque de mi partidos y otros bloques”, había dicho el senador rionegrino en la previa de la reunión con Massa. “La ley es razonable –insistió Pichetto–, fija un plazo de 180 días, no prorrogable y establece claramente, y de eso no se habla, que no rige de los nuevos empleos ni para los nuevas inversiones por lo tanto no atenta contra las inversiones.”

“En el marco del debate que hubo no era conveniente discriminar a los trabajadores de acuerdo al lugar donde trabajen, si eran pymes o de grandes empresas, porque eso es una forma de discriminación que es incorrecta”, aclaró Pichetto. “No incluimos a las pymes porque creemos que tienen que tener tratamiento diferenciado en el marco de políticas impositivas, subvención aportes patronales, apertura crediticia, y marco de competencia de evitar importaciones que las lesiones”, sumó Pichetto sobre las pymes y agregó que no tiene inconvenientes en tratar esos temas “por separado” de la emergencia ocupacional y no como pretende Massa.

La “ancha avenida del medio” que decidieron transitar los renovadores, ahora –con la emergencia ocupacional– parece bifurcase en senderos opuestos que coloca a sus diputados ante una encrucijada. Este es el otro plano que debe afrontar Massa con su tropa dividida.

Los legisladores de extracción sindical figuraron entre los que promovieron en la comisión de Legislación Laboral de la Cámara baja un proyecto en el mismo sentido que los senadores pero mucho más abarcativo. La propuesta consensuada allí, que también obtuvo dictamen de comisión e incluía iniciativas de los massistas Facundo Moyano (Peajes) y Héctor Daer (Sanidad), proponía la suspensión de los despidos hasta diciembre de 2017 y que fuera retroactiva al 1º de marzo de 2016.

Los dipu-gremialistas renovadores mantuvieron la postura de acompañar el reclamo de las cinco centrales sindicales (las tres CGT y las dos CTA) llevaron al Congreso para ponerle freno a los despidos. “Creemos que es necesario porque estamos en una coyuntura difícil” y “la propuesta es votarlo tal como vino del Senado”, insistió ayer Daer. Mientras que el sector de los renovadores que encabeza José Ignacio De Mendiguren, se opone a la emergencia en nombre del empresariado, también con las pymes como escudo. También Felipe Solá ayer se mostró en contra de la iniciativa. “Se debe premiar a quienes mantengan y tomen personal en vez de castigar a quienes despiden”, consideró.

Massa tendrá a cargo la reunión de hoy donde buscará conciliar posturas que parecen como irreductibles. Massa corre el riesgo que su bancada vote dividida (algo que ya sucedió cuando los diputados como Moyano y Felipe Solá se ausentaron a la hora de votar el acuerdo con los fondos buitre) y se profundice la grieta interna si finalmente el Frente Renovador se inclina por aferrase a su papel de “oposición responsable”, que lo ubica como ladero del oficialismo en un tema, como los despidos, que involucra a algunos de sus dirigentes y preocupa a gran parte de su propia base electoral.