El Cuerpo Médico Forense desmintió a los abogados del empresario Lázaro Báez, quienes habían solicitado se le concediera el beneficio de prisión domiciliaria porque en la cárcel de Ezeiza su cliente no recibía medicina correspondiente. Los peritos confirmaron que el empresario recibe la medicación para su diabetes tipo 2 “en tiempo y forma” y se encuentra en “buen estado general de salud”. Se espera que el juez a cargo de la investigación por lavado de dinero, Sebastián Casanello, rechace el pedido de la defensa en base al informe forense.

Por pedido de Casanello, un diabetólogo y un cardiólogo del Hospital Penitenciario Federal certificaron que Báez “recibe la medicación en tiempo y forma” en la celda que ocupa en el penal de Ezeiza y no presenta “ningún riesgo cardíaco”.

Báez sufre de diabetes e hipertensión. También informaron que el empresario recibe la dieta alimentaria indicada para tales cuadros.

Por ese motivo, alegaron en su informe que el estado de salud del empresario no es grave ni está dentro de los causales para determinar una prisión domiciliaria. El informe agrega que el empresario patagónico concurre a las revisiones médicas “por sus propios medios, no presenta fiebre y tiene buen estado general de salud”, con “niveles aceptables de glucemia” y “sin que presente riesgo cardíaco”. El informe fue certificado por el Cuerpo Médico Forense.

La semana pasada, en el marco de la ampliación de la declaración indagatoria, los abogados de Báez adujeron que el empresario no recibía la medicación adecuada para su “avanzado estado de diabetes”, por lo que el juez Casanello cumplió en enviar un oficio pidiendo detalles del diagnóstico y tratamiento médico que recibe en la prisión.

Según el oficio, los abogados habrían indicado que no recibía la DBI que requiere el tratamiento de su diabetes clase 2.