El intendente radical de la ciudad entrerriana de Larroque, Darío Benedetti, anunció la semana pasada que devolvería 13 millones de pesos de sobreprecios detectados para una obra y generó una ola de repercusiones mediáticas, incluyendo la felicitación del presidente Mauricio Macri. Sin embargo, a partir de ahí, el gesto fue puesto en duda. Primero por su antecesor en el cargo, el peronista Raúl Riganti, quien le respondió que la obra se hizo a través de un concurso aprobado por unanimidad por el Concejo Deliberante, incluyendo el voto de su hijo Francisco Benedetti, jefe de la bancada de la UCR. Ayer, el presidente de la empresa OIC SA, encargada de la obra, Daniel Hereñú, directamente acusó al intendente Benedetti de pedirle 4 millones de pesos de coima para que recibiera el monto acordado porque, de lo contrario, devolvería los fondos.

La historia comenzó la semana pasada. Después de reunirse con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, el intendente Benedetti apareció en medios nacionales contando su historia que, según relataron los cronistas, en algún momento del reportaje lo hizo quebrarse y llorar. “Pudimos descubrir un caso de corrupción”, se emocionaba.

Decía que su antecesor del Frente para la Victoria había destinado 21 millones de pesos para asfaltar 14 cuadras de su ciudad, una obra cuyo costo, según la auditoría posterior que ordenó, era de apenas 5 millones de pesos. Benedetti anunció entonces que devolvería los 13 millones del último depósito en el Banco Nación al gobierno nacional. “Yo quería el bien para todos y devolverle al pueblo lo que es del pueblo”, afirmó el intendente. El gesto fue recibido con emoción por Macri.

Luego, Riganti, su antecesor en el cargo, salió a explicar que el concurso se hizo a través del Concejo Deliberante. Lo presentó el bloque del FpV y se votó por unanimidad la semana siguiente sobre tablas a pedido de la bancada radical que encabeza justamente el hijo de Benedetti. El presupuesto aprobado fue de casi 22 millones de pesos. Llamaron a tres empresas y ganó OIC SA, por un monto un poco por debajo de ese tope. Riganti sostiene que la denuncia tiene “intencionalidad política” porque quien realizó la auditoría que determinó que hubo sobreprecio fue Rubén Virué, ex secretario de Justicia provincial y quien perdió la candidatura a intendente del FpV en las primarias con Mónica Gayosa, la esposa de Riganti. Virué se convirtió en furioso opositor a Riganti.

“No hubo sobreprecio porque estamos por debajo del precio”, argumentó ayer Daniel Hereñú, dueño de la constructora, durante una entrevista radial. Explicó que el financiamiento era a través del Programa Más Cerca, un programa nacional que en ese momento tenía más de 8 mil obras en todo el país. Consideró la obra como “de riesgo muy alto” porque se hacía en pleno proceso eleccionario con un dólar oficial a 9 pesos y era de imaginar que si ganaba Macri iba a devaluar. “Decidimos trabajar para mantener la gente y el compromiso”, aseguró.

Ganó Macri, el FpV perdió las elecciones municipales y el nuevo gobierno nacional decidió igualmente pagar la obra. Cuando se presentan en el municipio para percibir ese pago, se dan cuenta de que el depósito era de 13 millones aunque sólo les restaba cobrar 11 millones de pesos. Entonces Benedetti lo sentó en la mesa junto a su gabinete y su hijo concejal. “Si ustedes nos bajan y nos dejan en la municipalidad dos millones de pesos, nosotros les pagamos”, asegura que le dijo el intendente. Y que después le hizo llegar un mensaje que el monto que tenía que dejar era en verdad de 4 millones de pesos. “En esa reunión le dije que no entendía cuál era el concepto. Primero, porque hice un trabajo y lo quiero cobrar. Segundo, porque corresponde. Tercero, porque no sé a dónde van a ir estos fondos. En ese marco dije que no y la gente de la intendencia me dijo que iban a devolver el dinero”, afirmó el empresario.