Antes del mediodía, el pacto entre Cambiemos y el ma-ssismo le había bajado las expectativas a la propuesta opositora, que en algún momento del martes por la noche presumían auspiciosas. La oposición logró sentar en sus bancas a 108 diputados, 21 menos que los necesarios para el quórum. Eran unos 80 del Frente para la Victoria (FpV) entre propios y aliados,16 del Bloque Justicialista (BJ), 4 del FIT, 2 de Libres del Sur y monobloques como Proyecto Sur y el canillita Omar Plaini, además del sindicalista massista Héctor Daer, que fue el único que desafió la estrategia de su bloque.

“No fue el FpV-PJ el bloque autor de esta iniciativa. Los autores fueron los trabajadores del pueblo argentino con las cinco centrales sindicales que pidieron que aprobemos la ley que había salido del Senado, y lo pidieron en una reunión acá en esta Cámara y después en una multitudinaria asamblea el 29 de abril. A ellos nuestro reconocimiento”, abrió el jefe de la bancada Héctor Recalde, quien sostuvo que “la ley protege los puestos de trabajo existentes y no destruye empleo”.

“No se trata de quien gana y quien pierde. Esta ley no es contra el Presidente ni las pymes, sino a favor de los trabajadores. Cada día se reciben más telegramas de despidos. La demora genera más desempleo”, sumó el sindicalista y jefe del BJ, Oscar Romero. “A mí no me trajo nadie a patadas en el culo”, dijo Daer respondiendo a Massa que afirmó que el FpV “no me va a llevar a las patadas al recinto”, antes de cargar contra “el mal ejemplo del Estado que dice ‘me sobran trabajadores’ y los despiden para los empresarios que ganaron mucha plata durante mucho tiempo y hoy también despiden trabajadores”.