EL PAíS
› TENSIONES EN LA RENOVACION BONAERENSE
Aggiornamiento con problemas
En el PJ bonaerense no quieren que los aires de renovación les pasen por al lado. Conscientes de que la supuesta incursión de Cristina Kirchner en la provincia –más allá de que se concrete o no– expresa cierta búsqueda de cambio, los duhaldistas no quieren permanecer indiferentes y que el cambio se produzca sin su participación. Por eso, ya planean estrategias para aggiornar al partido y renovar sus autoridades. De esa forma piensan dar una señal acorde con los tiempos, y con el discurso de Eduardo Duhalde, que no deja pasar ningún reportaje sin hablar de la necesidad de la renovación. Por ahora, los nombres que suenan para presidir el PJ bonaerense son los del jefe del bloque del PJ en Diputados, José María Díaz Bancalari, y el del intendente de La Matanza, Alberto Balestrini.
La discusión, sin embargo, no está cerrada. Cada vez que es consultado, Balestrini aclara que él no va a ser presidente del partido, y sugiere que en el duhaldismo no lo consideran “tropa propia”. Aunque tampoco niega el peso electoral de La Matanza, el municipio más poblado del país. “La Matanza es un distrito que representa el 10 por ciento del electorado de los gobernadores peronistas. No olvidemos que el 27 de abril, Kirchner sacó en La Matanza más votos que en toda la provincia de Córdoba, lo cual demuestra la importancia política que tiene”, dijo ayer Balestrini en un reportaje.
Otro de los nombres que suena es el de Díaz Bancalari, quien se convirtió en los últimos meses en una pieza clave de la relación entre Néstor Kirchner y los diputados del PJ. Díaz Bancalari es un histórico dirigente del peronismo bonaerense, uno de los más entusiastas impulsores de la “renovación doctrinaria” del partido, lo que en otras palabras significa dejar atrás la conversión neoliberal del período menemista. “No es el momento para ponerse a hablar de candidaturas”, dijo hace unos días en referencia al supuesto desembarco de la primera dama –o primera ciudadana– en la provincia de Buenos Aires.
El dilema es que ni Balestrini ni Díaz Bancalari consiguen la aprobación de todos los duhaldistas, que sólo coinciden cuando se los pide Duhalde, indiscutido jefe político del distrito. “Sin contar a Duhalde, no hay alguien que pueda reunir por sí solo un 10 por ciento de apoyo. El peronismo bonaerense tiene muchos dirigentes capaces, pero no hay uno que sobresalga del resto”, describió ayer Balestrini en ese sentido. Una solución podría ser la elección de Felipe Solá como titular del partido, pero el gobernador ya hizo saber que no quiere serlo. Habrá que ver si mantiene su decisión.
Mientras tanto, el inoxidable intendente de Lanús, Manuel Quindimil, quien no representa precisamente el espíritu de la renovación, seguirá al frente del PJ bonaerense.