Un grupo de piqueteros tomó ayer la Casa de Salta en reclamo por la libertad de diez manifestantes detenidos en esa provincia desde noviembre, tras la protesta que sacudió a Mosconi con la quema de un tanque de combustible. La ocupación de la Casa de Salta, ubicada en Diagonal Norte al 900 de la Capital, se realizó además para pedir el pago del Programa de Propiedad Participada, el tema de fondo del conflicto.
Al mismo tiempo, en la ciudad salteña de Tartagal se realizó una marcha al Juzgado de Instrucción de Primera Nominación, a cargo de Nelson Aramayo, el magistrado que ordenó las detenciones.
Por la noche una delegación de ex trabajadores de YPF que participaban de la toma fue recibida en la Casa de Gobierno por el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y el ministro del Interior, Aníbal Fernández.