EL PAíS
› PARA QUE NO CIERREN AULAS
Rescatando a los chicos
Los desocupados de La Matanza junto a otros vecinos con hijos en edad escolar comenzarán una campaña para que los chicos vuelvan al colegio. La iniciativa fue resuelta ayer, ante las amenazas oficiales de cerrar aquellas aulas que tengan menos de 40 alumnos. Tal como se temía, este año la tasa de deserción se disparó en relación con el crecimiento de la pobreza. En las zonas más castigadas del distrito no sólo se anotaron menos chicos, sino que entre un 10 y un 20 por ciento de los inscriptos no comenzaron las clases. Ante esto, hay directores de escuelas que optaron por resolver la situación cerrando aulas.
La escuela 187 es uno de esos casos. Ubicada en el barrio La Juanita, un asentamiento nacido en la década del 80, recibe un alto número de hijos de desocupados, integrantes por lo general de familias numerosas. “Nuestro colegio se caracterizó por dar todos los años útiles, zapatillas y guardapolvos. Teníamos apoyo del Estado y cuando esos fondos empezaron a flaquear, organizamos roperos, pero la crisis es tan profunda que esta vez no pudimos hacerlo”, dijo Alicia Torales, docente del lugar. “Una de las consecuencias fue que parte de los que se habían anotado no están viniendo a clases”.
En la primera semana del ciclo lectivo la escuela recibió la visita de una inspectora, quien luego de contar cabezas sugirió el cierre de dos cursos. Lo mismo pasó en las escuelas 201, del barrio El Porvenir y la 195 del Latinoamérica. Ayer, los desocupados de la Corriente Clasista y Combativa (CCC) junto a vecinos con chicos en esas escuelas se autoconvocaron para rodear los colegios e impedir el ingreso de los inspectores que se acercaran con intenciones de clausura. Los piqueteros denunciaron que hay instituciones privadas que repartieron becas para captar alumnos; las becas funcionan sólo como anzuelos, porque sólo cubren los primeros meses. Hubo una reunión entre directores, maestros y manifestantes en la que se decidió recorrer los barrios casa por casa en busca de aquellos que abandonaron la escuela. La campaña durará una semana, el plazo que dieron las autoridades para que los chicos vuelvan a la escuela.