Por Camilo Ratti
Desde Córdoba

La visita relámpago del presidente Néstor Kirchner a General Fotheringham primero y a Jesús María después fue un doble triunfo peronista: el patagónico fue por la ovación al argentinísimo Festival de Doma y Folklore de Jesús María y el público respondió enloquecido. Y para José Manuel de la Sota no podría haber sido mejor la travesía presidencial: mientras el intendente Luis Juez pelea entre los escombros contra la catástrofe provocada por el tornado del 26 de diciembre pasado, el gobernador firmó convenios importantes con la Nación para la realización de obra pública y se paseó victorioso por el escenario del Anfiteatro José Hernández luego de haber logrado por primera vez en la historia que un presidente participe de la tradicional fiesta gaucha.
Después de firmar los acuerdos en Fotheringham con el gobernador de Córdoba, Kirchner llegó a Jesús María el viernes y subió al escenario Martín Fierro a las 22, una hora más tarde de lo previsto. El anfiteatro se estremeció por los gritos y aplausos de las casi 30 mil personas que colmaron el estadio para ver al Presidente y a la “Sole”, el Huracán de Arequito, que inauguró el festival entonando el Himno y cerró la primera noche festivalera. Una vez culminado el ritual de besos, saludos y transgresiones al protocolo y la seguridad, Kirchner entregó un subsidio de 50 mil pesos a la organización de Jesús María. Luego dijo que “me voy con la fuerza y el coraje para poder hacer una patria distinta” y se fue entre la gente que empujaba para saludarlo. Para De la Sota, la visita fue un regalo personal que le permitió levantar una imagen alicaída entre los cordobeses. Se quedó con un convenio de construcción de rutas y con la autorización para que la empresa de energía pueda ofrecer servicios en telecomunicaciones, y logró que un Presidente fuera al localmente muy importante festival.