EL PAíS
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Misceláneas
› Por Diego Schurman
SIEMPRE LISTO
Los años no vienen solos. Pero Daniel Scioli recibirá mañana los 47 abriles desde un lugar de privilegio. El oportuno viaje de Néstor Kirchner a Monterrey lo dejó a cargo de la Casa Rosada. Y a cada uno que ve le comenta que por primera festejará su cumpleaños con el traje de presidente de la Nación. Tomando palabras de sus enemigos de Gobierno, se ve que el ex campeón de off shore, como los scouts que lo acompañan en la foto, está siempre listo.
BONSAI
Ya todos saben de su fama de “apodador”. Persona que se le cruza, persona que se hace acreedor de un sobrenombre. En estos días, Aníbal Fernández, de él se trata, le encontró un nuevo apodo al ministro de Defensa, José Pampuro, quien otra vez la ligó por su breve humanidad. El ministro del Interior bautizó a su colega del gabinete como “granadero bonsai”.
MATCH POINT
Participó en Roma de la “Carrera de Miguel”, un homenaje al atleta argentino Miguel Sánchez, desaparecido durante la última dictadura militar. Y mostró estar en forma. Pero no es para sorprenderse. Aníbal Ibarra es un habitué del rubro deportivo. Hace días nomás, el jefe de Gobierno enfrentó en un doble mixto a dos periodistas. Y ganó por afano. Claro, si bien del otro lado de la red tenía a dos dignos oponentes, su pareja de juego era una federada de la Asociación Argentina de Tenis que le alivió la tarea, por no decir que la hizo toda.
LULÚ
Nadie supo la razón de su breve retraso a la sede del PAMI, justo el día de su debut como directora ejecutiva de la obra social. Pero Graciela Ocaña tuvo un imprevisto que le modificó la agenda: Lulú, uno de los tres caniches que cuidan de la seguridad de su casa, se enfermó y la dirigente del ARI debió concurrir de urgencia a la veterinaria.
CONSPIRACIONES
Uno: Enrique Nosiglia se encontró con el ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes, poco antes de subir al avión de Boca que lo llevó a Japón para anticiparle que Mario Pontaquarto iba a confesar la existencia de sobornos en el Senado. Dos: el operador radical llamó a Pontaquarto para transmitirle que un tal “Fernando” quería hablar con él. Tres: el Coti viajó a Tokio en la misma nave que llevó al juez Gabriel Cavallo, quien en su momento estuvo a cargo de la causa de los sobornos. Cuatro: el viernes Santibañes dijo que no conocía a Pontaquarto y que de la SIDE no salió la plata para los sobornos.
MALOS AUGURIOS
Hace días que al vocero de Cristina Kirchner se lo ve atribulado. Y para colmo no tiene con quien compartir su preocupación. Claro, si fuera por el cortocircuito con los Estados Unidos, Diego Buranelo hablaría con el Presidente o el canciller Rafael Bielsa. Y si fuera por la estampida del euro, con el ministro Roberto Lavagna. Pero lo que lo tiene sin dormir es el futuro de Leonardo Astrada en River, club con contados, contadísismos adeptos en el staff oficial. Según Buranello, “el Jefe” –hablamos de Astrada, no de Kirchner y menos de Menem– no podrá torcer la mala racha ante Boca por haber vivido ese tormento como jugador. ¿Pensamiento gallina?
MARCHA DE LA BRONCA
Como en el ajedrez, Eduardo Duhalde se la pasó la última semana repasando jugadas. Pero no las propias sino las ajenas. Concretamente, las de un grupo de kirchneristas que por estas horas lideran su ranking de antipatía. En el primer puesto está el piquetero Luis D’Elía. El ex presidente duda de su honestidad y compromiso con los más desprotegidos. El segundo lugar lo ocupa Carlos Kunkel, actual subsecretario general de la Presidencia, a quien Duhalde le hizo la cruz por haber fogoneado la candidatura a gobernadora bonaerense de Cristina Kirchner. Y el tercer puesto es para Miguel Bonasso, por haber votado en diciembre en contra del Ejecutivo. “Yo le dije a Kirchner –dijo el ex mandatario– que a la hora de los bifes se iban a dar vuelta.”
DEL ARI, CON AMOR
El pase de Graciela Ocaña a las filas del Gobierno para tomar las riendas del PAMI hizo elevar la temperatura en el ARI. Y por eso, además de exigirle la renuncia a su banca de diputada, la tropa de Elisa Carrió coincidió en darle de baja al apodo de “La Hormiguita”. Ahora, con el antecedente de su separación de Alejandro Mosquera, primero, de Chacho Alvarez, después, y de Lilita, finalmente, decidieron rebautizar a Ocaña como “La Escorpión”. Qué lindo que la gente se quiera.