EL PAíS
Un nuevo mecanismo contra los fondos buitres
› Por Claudio Scaletta
Tras la aprobación de la revisión de las metas pactadas en septiembre pasado, la renegociación de la deuda con acreedores privados estará en el centro de la agenda que Roberto Lavagna discutirá hoy en México con el titular del FMI, Horst Köhler. Además, a instancias de Estados Unidos, la cuestión de la deuda será incluida en la declaración final de la Cumbre de las Américas. Según trascendió ayer en Monterrey se apoyará la vinculación entre la magnitud de los pagos y el crecimiento económico y se retomará una antigua propuesta del Fondo para institucionalizar mecanismos de quiebra para los estados vía las “cláusulas de acción colectiva en sus emisiones internacionales de bonos”.
Concretamente, el punto 13 del proyecto de declaración que se dará a conocer el martes al final de la cumbre llama a “explorar nuevos enfoques para reducir el peso del servicio de la deuda” y a reconocer la potestad de los países para incluir “cláusulas de acción colectiva en sus emisiones internacionales de bonos”. Mientras que el punto 14 que firmarán los presidentes del continente sostendrá: “Manifestamos que el crecimiento económico sostenido es el factor más importante para la administración del pago de la deuda externa”.
Aunque parte de los textos del borrador resultan ambiguos, el ministro Lavagna optó por una interpretación positiva. “La idea de ligar crecimiento y deuda es extremadamente importante”, afirmó. “Esa fue la posición argentina en Dubai y sonó un poco extraña. Ahora con palabras de Estados Unidos con toda claridad se liga crecimiento a pagos”, manifestó. “Estamos muy satisfechos por las cláusulas de acción colectiva en los controles de emisión de deuda”, completó.
En un contexto en que los acreedores continúan presionando en busca de nuevas alternativas “técnicas” para conseguir una quita menor al 75 por ciento propuesto por Argentina, como por ejemplo que la poda no se realice sobre el “valor nominal”, sino sobre “el valor presente neto” –alternativa firmemente desmentida por el Gobierno– la idea de ligar los pagos al crecimiento no es “un nuevo enfoque” y no afecta en lo más mínimo la propuesta original dada a conocer el pasado septiembre un Dubai, pues una vez aceptada la quita, los acreedores podrán optar por canjear sus papeles en default por distintas familias de títulos, uno de las cuales contendrá una cláusula de ajuste ligada a la evolución del producto. Se trata de una propuesta que no tiene ninguna vinculación con expandir la meta del 3 por ciento de superávit fiscal.
La inclusión de “cláusulas de acción colectiva” en las emisiones internacionales de bonos constituye una opción hacia el futuro, estos es, para las nuevas emisiones de títulos. Dichas cláusulas retoman una propuesta desarrollada por Anne Krueger, la dura número 2 del FMI, para el tratamiento de los pasivos de los países en cesación de pagos o con riesgo de caer en default y apuntan a la conformación de club de acreedores con el objeto de conseguir una renegociación colectiva. El objetivo del mecanismo es evitar que acciones particulares, como por ejemplo la de los fondos buitres o de acreedores individuales, traben por la vía judicial las negociaciones colectivas. Una opción que de haber existido con anterioridad le habría evitado a la Argentina muchos de los problemas judiciales que actualmente debe afrontar en los tribunales de terceros países.
Además de con Köhler, en Monterrey Lavagna se entrevistará con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, y con el vicepresidente del Banco Mundial para América latina y el Caribe, David de Ferranti.