El radicalismo se reunió ayer en Tucumán y, en medio de los festejos por el bicentenario, le adelantó al macrismo su reclamo de mayor “protagonismo” en las legislativas del año próximo. Sin transparentar todavía el debate sobre las candidaturas, la UCR expresó su respaldo al gobierno nacional y ratificó su pertenencia a la alianza Cambiemos. Sin embargo, dejó en claro su rechazo a los acuerdos del Poder Ejecutivo con los referentes de las distintas vertientes peronistas, que los podrían dejar mal parados en el reparto de cargos de cara a las elecciones. “Los radicales vamos a pedir protagonismo, porque nuestra responsabilidad tiene que estar acompañada también con llevar la bandera en la gran mayoría de los distritos, poniendo a disposición a nuestros hombres y mujeres más representativos”, aseguró ayer el titular del Comité Nacional, José Corral.

En un hotel de la capital tucumana los radicales se reunieron para reflexionar sobre los desafíos para los próximos 100 años y hacer catársis ante la todavía novedosa situación de pertenecer al oficialismo. “Somos parte y protagonistas de este gobierno nacional, al que hay que apoyar, y nosotros lo hacemos con la ética de la responsabilidad”, dijo Corral, uno de los que compartió el escenario principal junto a Ernesto Sanz, Silvia Elías de Pérez, Angel Rozas y el tucumano José Cano, titular del Plan Belgrano.

En un mensaje a sus socios del PRO, los radicales se encargaron de resaltar el desarrollo territorial de su partido. Contaron más de 440 intendencias, 3 gobernaciones (Mendoza, Jujuy y Corrientes), 2 vicegobernaciones (Buenos Aires y Santa Fe) y sus bloques de diputados y senadores nacionales. Pero la incomodidad y cierto malestar con el macrismo se vuelve indisimulable en dos situaciones: por un lado cuando les toca defender políticas económicas como los tarifazos o el intento de nombramiento por decreto de los jueces de la Corte y por el otro cuando se ven relegados de los espacios de poder, en favor del peronismo no kirchnerista. Ayer mismo se produjo el desplazamiento de Jorge Elustondo del ministerio de Producción bonaerense para colocar en su lugar al ex massista, Joaquín De la Torre. El dirigente radical, en cambio, quedó a cargo de la cartera de Ciencia y Técnica.

Sobre la marcha de la gestión, los radicales se ven obligados a ensayar curiosas interpretaciones como la que soltó el ex senador y asesor diario de Macri, Ernesto Sanz: “Después de seis meses, el gobierno de Cambiemos es el más progresista de los últimos años, con excepción del de Alfonsín”, afirmó. Un poco menos ingenioso fue Rozas, que apeló al argumento de la herencia: “Sabíamos de antemano que una parte de esta transición iba a tener aspectos dolorosos pero inevitables como consecuencia de la herencia recibida y de la necesidad de producir un sinceramiento de la economía”.

Respecto de la estrategia electoral y la relación con el peronismo, Corral marcó la cancha: “Los radicales vamos a tener una actitud de brazos abiertos, pero vamos a cuidar celosamente esta herramienta que la gente eligió para el cambio en la Argentina, para que no se suban los oportunistas y oficialistas de siempre, ni ningún corrupto que tenga que rendir cuentas en la Justicia crea que va a poder ingresar a Cambiemos”, afirmó el titular del Comité Nacional.

En este contexto, la UCR decidió crear una “mesa de coordinación nacional” que tendrá su reunión inaugural la primera semana de agosto, con el objetivo de “fortalecer la territorialidad” y diseñar una estrategia “federal” en común, dentro de Cambiemos, para los 24 distritos del país, en vista a las elecciones de 2017. Esa mesa tendrá como integrantes a las autoridades del Comité Nacional, a Rozas y Mario Negri, jefes de los bloques en el Senado y en Diputados, respectivamente, y a los principales dirigentes de cada uno de los distritos.

Más allá de la cuestión política, las actividades de ayer se completaron con paneles donde se analizaron distintos ejes como la bioeconomía, la seguridad democrática, la calidad institucional y la integración social.