EL PAíS › JORGE FERRARESI, INTENDENTE DE AVELLANEDA
En medio del debate interno por la reorganización del peronismo, Página/12 entrevistó a dos intendentes bonaerenses que representan las distintas posiciones en el partido.
› Por Nora Veiras
Jorge Ferraresi es ingeniero. Desde el 2009 ocupa la intendencia de Avellaneda. Completó el mandato de Baldomero “Cacho” Alvarez, fue electo en 2011 y revalidó su mandato en 2015. Con el kirchnerismo en la oposición, se convirtió en uno de los motores del Instituto Patria. Reconoce en Cristina Fernández el liderazgo de la oposición y a partir de ahí analiza el posicionamiento del Partido Justicialista y del Frente Renovador. En diálogo con Página/12, muestra su desagrado porque en el acto en homenaje a Evita realizado el miércoles pasado en La Matanza, la conducción del PJ –es decir José Luis Gioja y Daniel Scioli– no reivindicaron los doce años del kirchnerismo ni a la ex Presidenta. “Mostraron el divorcio con las bases porque la militancia –que era de ellos– terminó cantando por Cristina”, subraya y advierte: “con el kirchnerismo no alcanza pero sin el kirchnerismo no se puede”.
–¿Qué implica la presencia de la ex presidenta en Buenos Aires?
–Cuando viene Cristina aglutina, se pone en el centro de la escena como jefa de la oposición. Después de un tiempo de silencio prudencial ante el nuevo Gobierno, empezó a marcar las consecuencias para el pueblo del avance del neoliberalismo. Todo el mundo está expectante.
–¿El peronismo también?
–El peronismo está en proceso como en toda la historia. Para los que lo utilizan como herramienta electoral no ha ocupado un rol distinto. El Frente para la Victoria y el Frente Ciudadano es una construcción nueva. Hay dispersiones, opiniones distintas, pero el liderazgo de Cristina es intransferible, Cristina va a marcar el ritmo.
–Desde el PJ y sectores afines se promueve la unidad de todos. ¿Es viable?
–Depende para qué. Si es una cáscara y una foto sin contenido, no tiene sentido. Hoy se necesita ponerle un freno a las consecuencias para el pueblo del tarifazo, de la pérdida del poder adquisitivo que repercute en un menor consumo, de los despidos que empiezan a sentirse en el sector privado, del cierre de comercios. Algunos tienen un discurso crítico para los medios y cogobiernan con el PRO. Los dirigentes están en un lugar y el pueblo en otro. En primera instancia hay que construir una alternativa de defensa. Hay sectores que hablaban de gobernabilidad y ahora se asumen en la oposición. Las CGT hablan ya de un “tiempo vencido”. Este proceso se va a dar y necesita una oposición consecuente y un discurso.
–¿Se refiere a Sergio Massa cuando habla de cogobierno con el PRO?
–En la provincia de Buenos Aires, el Frente Renovador cogobierna. A nivel nacional montan una puesta en escena pero votaron el pago a los fondos buitres, el blanqueo de capitales, después podrán poner las palabras que quieran. Mandan una cosa y después la cambian de acuerdo a los preacuerdos establecidos con Cambiemos.
–Muchos del FpV también votaron esas leyes…
–Por eso hablamos de los límites de la unidad. Fondos buitres, blanqueo es un límite. Todos juntos para qué. Está claro que con el kirchnerismo no alcanza pero sin el kirchnerismo no se puede. Vamos sumando voluntades todo el tiempo. El PJ nacional convocó en La Matanza a recordar a Evita y en ninguno de los discursos, ni el presidente ni el vice, nombraron a Cristina ni a los doce años de gobierno. Al final, todos cantaron la marcha peronista y el 90 por ciento cantó por Néstor y Cristina. Fue su acto y su gente pero el final fue contundente. No era Ferraresi y La Cámpora, el público era de ellos. El locutor hizo un esfuerzo para taparlo cantando la última estrofa de la marcha. El público devolvió el cantito con Néstor y Cristina vamos a volver. Como dice Agustín Rossi, hay mucho más kirchnerismo entre la gente que entre los dirigentes.
–En el sindicalismo se ven síntomas de unidad y atisba un discurso más confrontativo…
–En el acto del 29 de abril, hubo un dirigente que se bajó (Luis Barrionuevo) pero hubo 300 mil trabajadores diciéndole no al ajuste, no a los despidos. El acto abajo fue maravilloso, arriba hubo algunas incomodidades. Los dirigentes tienen experiencia, las bases se alinean de manera distinta, en cada región se juntan gremios porque van a pasando la precarización, la pérdida de salarios, los despidos, se juntan solidariamente para acciones en común, para poner freno. Ya lo dijo Carlos Melconian (titular del Banco Nación), este proceso necesita dos dígitos de desocupación y menos de 400 dólares de salarios.
–¿Pasado un mes cómo analiza la ruptura del Movimiento Evita con el bloque del Frene para la Victoria?
–Una cosa es lo que deciden los dirigentes y otra lo que hacen los militantes que siguen en el Frente para la Victoria y siguen teniendo a Cristina como líder, tendrán que resolverlo ellos con el tiempo y dentro de su interna
–A siete meses de gobierno de María Eugenia Vidal ¿se reunió con ella?
–No he tenido la suerte, salvo con los 135 intendentes en el primer encuentro formal. Sí me reúno con ministros para tratar algunas cuestiones en común aunque tengamos visiones antagónicas. No hay destino provincial ni municipal sin nacional. Hoy el proyecto nacional no le permite ni grandes inversiones ni políticas públicas ni transformaciones. Desde lo cotidiano, en la gestión diaria, hay diálogo. Ante los problemas sociales el primero que se hace cargo es el municipio: las partidas de alimentos las ampliamos al doble, pasamos de 4 mil pibes con copa de leche a 9 mil. En los comedores acordamos 2000 cupos más, pasamos de 19 mil a 21 mil. No hace falta ver el municipio cuando la actividad productiva bajó 25 puntos, cuando la inflación interanual está en 45 puntos mientras la recaudación se incrementó un 22. Durante el kirchnerismo la recaudación interanual estaba por encima y la actividad económica constante o en aumento. Esto es objetivo, los números son claros.
–Varios jefes comunales del peronismo como Insaurralde, Katopodis, De Jesús se organizaron en el Grupo Esmeralda. Otros se nuclearon en otro grupo en Ituzaingó ¿Qué implican estos agrupamientos?
–Son reagrupamientos, encuentros entre los distintos intendentes. En Ituzaingó, más allá de los matices, todos somos oposición al gobierno de Macri. Está bien que se construya unidad, hay que mantener diálogo con todos, cada uno desde el lugar que se siente más cómodo. Hay que tener la sensación térmica de lo que pasa con la gente. Trabajo con muchos sectores, el viernes próximo en Atlanta voy a estar con Carlos Heller en el relanzamiento del Partido Solidario que es parte del Frente Ciudadano que lidera Cristina. Estuve con los Descamisados, con Leopoldo Moreau, con La Cámpora.
–¿A Florencio Randazzo lo volvió a ver?
–No lo he visto más a Florencio, no lo he visto generando acciones. Sería válido que tenga una inserción. Si lo decide bienvenido sea.
–¿Cristina Kirchner disputará algún cargo electivo?
–No estamos pensando en el 2017. Diciembre es muy sensible, estamos trabajando la cuestión social. Los intendentes vemos la cuestión social, nos tratan de desestabilizadores pero lo que queremos es que no haya conflicto social, nos ocupamos, ponemos el cuerpo. Nuestro camino es democrático, 2017, 2019 aspiramos a volver para retomar un camino que nunca tendríamos que haber dejado.
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