EL PAíS › GABRIEL KATOPODIS, INTENDENTE DE SAN MARTIN
› Por Fernando Cibeira
El martes pasado, en coincidencia con el aniversario de la muerte de Evita, un grupo de intendentes del peronismo se reunió en la Facultad de Ingeniería de La Plata para dar la señal de largada de trabajo conjunto dentro del PJ en el provisoriamente llamado “Grupo Esmeralda” (por la calle donde se encuentran las oficinas del jefe comunal de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde). Otro de los integrantes del grupo es el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, quien en esta entrevista asegura que el agrupamiento no apunta contra nadie aunque se diferencia de quienes “necesitan estar anclados con figuras que tuvieron responsabilidades en etapas anteriores”. Katopodis explica que apuntan a que sean los intendentes quienes lideren la propuesta y por eso comenzarán a recorrer la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de armar una oferta ganadora en las elecciones del año que viene.
–¿Qué sentido tiene el lanzamiento del “Grupo Esmeralda”, si es que se llama así?
–Lo del nombre es más una construcción mediática que otra cosa. Lo que seguimos rescatando es el continente de los 55 intendentes y el desafío del peronismo en su conjunto. Es el mismo en cada uno de los intendentes y tiene que ver con poder liderar un proceso de renovación y de construcción de un frente social y político que logre incorporar nuevas demandas que plantea la sociedad. Eso es el eje ordenador de todos los que estamos en el territorio dentro del peronismo. Hay algún grupo con el que venimos teniendo coincidencias en lo que es la inteligencia táctica sobre algunos temas, como fue el presupuesto y el endeudamiento, allá por diciembre y enero, y ahora con la policía local. Pero, en términos políticos, yo recupero como desafío la posibilidad de que el peronismo pueda, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, liderar un espacio de mayoría.
–Pero hay diferentes miradas acerca de cómo se puede llegar a ese objetivo. ¿No lo ve así?
–En el caso nuestro lo que está muy claro es que es para adelante y con los intendentes haciéndonos cargo de este momento. Hay un grupo que lo tenemos bastante más claro y no hacemos ningún análisis ni ningún juicio de valor, ni cerramos abruptamente una etapa hacia atrás. Pero sí no vemos que el peronismo pueda reconstruirse ni incorporar nuevas demandas si no mira para adelante, si no tiene capacidad de fortalecer y ampliar una visión de futuro. Ahí sí hay alguna distinción con algunos compañeros que por ahí están muchas veces necesitados de quedar anclados con imágenes y figuras que tuvieron responsabilidades en etapas anteriores.
–¿Pero existe una vocación de este grupo de intendentes de empezar a caminar juntos y con una propuesta común?
–Sí, claro. Pero sin un tono de armar una línea interna ni de “estar en contra de”. Nosotros lo que vemos es la necesidad de ir al territorio. El peronismo tiene que empezar un recorrido de escuchar, ver, de hablar con los compañeros, con los intendentes, con los que perdieron. Es lo que hicimos en La Plata el otro día y es lo que vamos a hacer ahora en la séptima y en la quinta sección electoral. No es en una lógica de disputa ni de acumulación. Es la necesidad de sectores del peronismo que entendemos que están esperando alguna discusión que nos pare más hacia adelante. No estamos preocupados por ver atrás de qué dirigente nos ponemos, ni nerviosos por la renovación de ciertos liderazgos que naturalmente se van a dar en la provincia, sobre todo de cara a 2017 que es una elección provincial.
–Dos intendentes de su grupo, Mariano Cascallares, de Almirante Brown, y “Bali” Bucca, de Bolívar, se reunieron el viernes con el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que tiene muy buena relación con el gobierno de Macri. ¿Eso significa que ustedes están a favor de ese tipo de acercamientos con el oficialismo?
–No, ellos tienen un vínculo previo con Urtubey y plantearon lo de tener un encuentro, pero no es más que eso. No es para darle mayor significado político. Lo que estamos planteando es que este grupo de intendentes, y si son los 55 mejor, podamos aspirar a representar más de un tercio del electorado que no tiene representación. Sentimos que ahora lo tenemos que hacer nosotros. Si después, no sé, en mayo del año que viene encontramos un candidato que nos represente será bienvenido. No nos parece que esa tenga que ser la gran preocupación. Lo de estar viendo si es Randazzo, Massa Urtubey o Scioli no nos conviene.
–¿Pero en algún momento usted no planteó que Randazzo tenía que ser protagonista en las elecciones del año que viene?
–Sí, lo sigo diciendo. Florencio es un dirigente que debería ser parte de esta discusión hacia adelante y seguramente tenemos una visión parecida acerca de cuáles son los caminos que debe tomar el peronismo para volver a representar a la mayoría. Lo que también digo es que eso hoy no nos ordena. Por lo menos en lo que tenemos que hacer de acá a marzo del año que viene que es organizar este espacio, recorrer los 135 municipios bonaerenses, tener un discurso de oposición fuerte y pensar en una construcción mucho más amplia que la del peronismo. Después de eso van a aparecer los candidatos.
–¿Ustedes cuestionan la conducción de Fernando Espinoza en el PJ Bonaerense?
–Todos coincidimos que la representación del peronismo en términos institucionales no nos resuelve los problemas. Eso lo resolvemos en la medida que tengamos el discurso que incluya a estos sectores que tenemos que representar. No es con la nostalgia de lo que sucedió en los últimos diez años, ni volviendo a la liturgia del peronismo, sino actualizando los contenidos del peronismo e incorporando nuevas demandas. Y en esa incorporación de nuevas demandas se consigue ampliar la representación. Si algo que claramente expresó la derrota de octubre pasado es que el Frente para la Victoria no tuvo la capacidad de representación que había tenido, se pasó del 54 al 35 por ciento. De lo que se trata es de volver a representar a los sectores medios y a los sectores populares, y no imaginamos que es desde la herramienta del PJ en términos tradicionales sino con una mirada mucho más amplia.
–¿Esto quiere decir que ya no ve al Frente para la Victoria como una opción a futuro, que no puede volver a “enamorar” como dicen los kirchneristas?
–No digo eso. En todo caso, lo que planteo es que hay que presentar algo superador a lo que había. Nadie nos va a votar por lo que ya hicimos. Yo rescato principios y políticas de la etapa anterior que ya son parte del activo de la sociedad, pero la gente nos está pidiendo que planteemos una opción que incorpore nuevas demandas. Se trata de no de quedar anclados en una discusión que, en buena medida, ya fue plebiscitada en las elecciones pasadas.
–¿En caso de que Cristina Kirchner volviera a convocarlos a una reunión, ustedes irían?
–Depende para qué. Pero más importante que eso es que los 55 intendentes tengamos la capacidad de convocarnos a liderar esta etapa, de mirar para adelante, da dar cuenta de los desafíos sin necesidad de andar recurriendo a tal o cual figura. Si tenemos las ideas, las políticas y las propuestas correctas, seguramente también tendremos una buena propuesta electoral.
–Usted tuvo un paso por el Frente Renovador, ¿cree que Sergio Massa debería formar parte en esta nueva etapa del peronismo que plantean?
–No, él está construyendo un espacio político propio que no es en el peronismo. Después, en la discusión de los temas podemos plantear posturas conjuntas como fue la defensa de los trabajadores contra el tarifazo, pero somos cosas distintas.
–Una de las diferencias que se notan entre los distintos sectores del peronismo es la relación que establecen con los gobiernos de Cambiemos. ¿Cuál es la postura del grupo de intendentes con el gobierno de María Eugenia Vidal?
–Lo que no puede ser es que el gobierno de la provincia de Buenos Aires cambie su visión de acuerdo a los temas. Somos sus aliados cuando se trata de reclamar por el Fondo del Conurbano y somos peligrosos y autoritarios cuando le marcamos las falencias y sus errores gruesos. Lo que vemos es que la gente está enojada y preocupada. Eso no quita que tengamos una relación seria e institucional con la provincia, aún cuando los resultados de la gestión siguen siendo muy pobres en estos ocho meses en materias como seguridad, combate al narcotráfico, de alguna medida para dar respuesta al tarifazo y al deterioro del poder adquisito, la crisis que se vive en el área de salud. En algunos casos son temas que no empezaron el 10 de diciembre, pero la verdad es que en estos ocho meses los han agravado.
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