Mario Bomheker es autor de Angelelli, con un oído en el pueblo y otro en el Evangelio. El film hecho en 1985 para la televisión alemana y estrenado un año más tarde, fue el primer documental sobre la vida del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, asesinado cuarenta años atrás por la dictadura militar. Bomheker presenta la proyección del material en clave de recuperación histórica hoy, a las 19, en la Sala Raúl González Tuñón, del Centro Cultural de la Cooperación, de Corrientes 1543. Al final de la proyección, participará de un panel con Fortunato Mallimaci, sociólogo y ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales UBA y Guillermo Olivieri, ex secretario de Culto de la Nación.

“La película fue estrenada en 1986 en distintas emisoras alemanas y europeas, y después se hizo una versión en 16 mm que recorrió Argentina, Latinoamérica y países de Europa. Fue importante en la historia del cine político argentino porque fue el primero en documentar la historia de Angelelli pero además trabajar tramas de los sectores de la iglesia revolucionaria. “No es tan importante en términos formales dado que tiene una estructura clásica –dice Bomheker–, con reportajes a una serie de personas que estuvieron en contacto con el obispo, a favor o en contra, pero marcó un hito porque fue de las primeras películas que se hizo una vez recuperada la democracia y porque no había sido tratada la temática respecto de los corrientes de los curas de la iglesia revolucionaria, un tema que en general no ha sido trabajado todavía, pero en ese momento no era un tema. Eso creo que lo ha convertido en un emblema del cine político de la época”.

En la película aparecen voces que el paso del tiempo volvió a situar en lugares distintos. Una de esas voces es Carlos Menem, que aparece con clara posición de condena a la represión, contra la teoría de los dos demonios o la necesidad de la existencia del escenario de Justicia, una línea que durante sus años de mandato abandonó. También está la voz del cura Antonio Puigjané, perseguido durante la dictadura y años más tarde condenado a 20 años de prisión por el copamiento de La Tablada de 1989. “Cualquier obra tiene una especie de vida propia una vez que empieza a recorrer su camino”, dice Mario Bomheker, a su vez él mismo exiliado durante la dictadura. “Este documental tuvo picos de resurgimientos. En el año 2006 se hizo una exhibición importante en el mismo lugar del CCC y atrajo muchísima gente, en ese momento no era un aniversario redondo pero se había reabierto la causa. No sé si esa es una explicación, pero fue una proyección en la que quedó un montón de gente afuera y obligó a repetir la función un día más tarde. En el año 2014, se proyectó por primera vez en La Rioja a pesar de que muy buena parte de la película se había hecho en esa provincia. Por eso digo que no sé si hay razones por las que un documental se despierta y de pronto atrae públicos interesados, pero así fue a lo largo de los treinta años por eso digo que tiene vida propia”.

Para Bomheker ese fue el primer film de autor. Luego siguieron otros. En agosto de 2012 estrenó Cuentas del alma, reportaje a un combatiente del ERP. Con 68 años, residente en Córdoba, jubilado de la docencia dice que ahora está terminando una película biográfica, esta vez alrededor de la historia del exilio de su padre polaco, antes de la guerra.