“Un justicialista debe querer y considerar a todos los hombres como si fueran hermanos.” El primer mandato de la Orden Filosófica de los Misioneros de Perón es bien claro. Figura en la primera línea del Código Moral Justicialista. Toda persona que ingrese en el despacho del intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, estará obligada a verlo. Porque la reproducción del código está colgada en la pared, en un lugar destacado. “Soy católico, pero no muy religioso”, aclara Cariglino. Detrás de su escritorio se ven imágenes religiosas, aunque la oficina está repleta, más bien, de bustos de bronce de Perón y Eva y fotos de ambos, juntos o separados.
De 47 años, casado, tres hijos, Cariglino dice haber ingresado formalmente a la política hace ocho. “Toda la vida fui panadero”, cuenta. Todavía conserva su panadería, La Orquídea, ubicada en José C. Paz, el territorio donde manda su amigo Mario Ishii. Pero desde 1995 –cuando se fundó la comuna, tras la división del partido de General Sarmiento por decisión de Eduardo Duhalde–, Cariglino gobierna Malvinas Argentinas. En su gestión acumuló muchas denuncias en su contra, como la acusación de estafar a los vecinos con el plan de pavimentación a través de una cooperativa integrada por allegados. Estuvo preso por esa causa, y salió tras pagar una fianza extraordinaria de 500 mil pesos que, según él, “pagaron unos vecinos que hipotecaron sus casas”. “Debo ser el tipo más investigado del país”, concluye Cariglino quien, sin embargo, elogia a Néstor Kirchner. Aunque luego le contesta a Alicia Kirchner por sus críticas a los consejos consultivos que controlan la distribución de los planes sociales en el conurbano.
–En el PJ bonaerense se habla de “aggionarnamiento”. ¿Qué es lo que hay que cambiar?
–Yo interpreto que lo que dice el ex presidente Eduardo Duhalde, más que a renovar a los hombres se está refiriendo a renovar la gestión. En lo cual coincido, y hace años que lo vengo diciendo a todos los medios que puedo. Hablo de la descentralización de educación, salud y justicia. La gente se siente abandonada, la Justicia está muy lejos. Para hacer una denuncia, un habitante de acá tiene que ir a San Martín. No veo por qué no puede tener la Justicia cerquita.
–Eso en cuanto al Estado, pero ¿en qué debe cambiar el PJ bonaerense?
–Hay que abrir el partido, renovarlo, darle participación. Habrá que cambiar algunas actitudes. Algunos compañeros tendrán que jubilarse.
–¿Lo dice por Quindimil?
–No, no lo digo por Quindimil. Hablo del Consejo del partido, donde hay hombres que ya han cumplido un ciclo y deben dar un paso al costado para que la gente joven pueda darle oxígeno al partido. Duhalde está hablando de gestión, de incorporar a nuevos dirigentes, a la juventud.
–¿Qué piensa de la candidatura de Cristina Kirchner? ¿El kirchnerismo quiere desembarcar en la provincia?
–En principio, debo decirle que Kirchner es peronista.
–Sí, pero sabemos que en el peronismo conviven distintas corrientes.
–Sí, claro. Como peronista, debo reconocer que la señora Fernández, que tiene domicilio en la provincia, tiene todo el derecho. Me parece bien. Lo que no me parece bien es charlar este tema ahora. Tenemos situaciones críticas, cosas urgentes que resolver. Seguramente va a llegar el momento en que si la democracia y la gente le dan su voto de confianza (Cristina Kirchner) será la candidata y estaremos todos acompañándola. La gente hoy la tiene en muy buena imagen. No me parece mal que vaya a ser quien conduzca los destinos de la provincia. Y si así fuera, nosotros vamos a acompañarla. Lo que digo es que tenemos problemas acuciantes para resolver. Este año debe ser dedicado totalmente a la gestión.
–La ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, dijo que hay irregularidades con los planes sociales. No habló directamente de los intendentes pero criticó a los Consejos Consultivos.
–La ministra puede decir esto y más, porque todavía no ha tenido la oportunidad de visitar todos los municipios, de conocer fehacientemente cada uno de los lugares de la provincia y cómo se implementan los planes. La realidad es que es casi incontrolable. Cuando se lanzó el programa se anotó cualquiera, aun aquel que ya tenía un trabajo. Era un momento crítico del país, donde había que ponerse a trabajar, no se podía preguntar mucho. Fuimos depurando el padrón, fuimos viendo a quiénes había que dar de baja y a quiénes no. El plan acá ha dado resultado en un porcentaje importante. Aquí se fabrican las cortinas de luz, los caños de desagüe, la gente ha formado emprendimientos y se los ha financiado, aquí la gente del plan trabaja en registro civil, en actividades que tienen que ver con lo social. Es un sector mínimo, de los 21 mil, podrán trabajar tres, cuatro mil o cinco mil, porque no tenemos ni los recursos ni los medios para que puedan trabajar. El punto clave de esto es que nunca el intendente tiene el control de los recursos. Nunca el intendente tiene la posibilidad de poder formar aquí un puntero político con alguien que gana 150 pesos. Ese hombre podrá cobrar mensualmente, podrá saludar al intendente, pero no ser utilizado. Jamás será un puntero político.
–Pero si es su único ingreso dependerá de eso.
–Nosotros (los intendentes) no manejamos ni las altas ni las bajas (del plan).
–A una colega de Página/12, desocupados que viven aquí le dijeron que si no iban a actos del municipio o del PJ local les daban de baja del plan.
–Lo desmiento totalmente. No tenemos esa herramienta de dar altas o bajas, eso lo hace el Estado nacional y las organizaciones piqueteras.
–¿No toman asistencia para que la gente vaya a actos?
–Noooooo, por favor. Los piqueteros lo hacen y usted lo sabe tan bien como yo. Pero acá no se puede hacer. Lo hará algún intendente pero acá no. Porque no es necesario, porque no es la metodología de trabajo. Yo nací y viví acá, acá viven mis hijos, mi familia. Me daría vergüenza decirle a alguien “te doy un plan” o pedirle a un empleado del municipio que concurra a un acto mío. No sentiría la fortaleza que tengo, no podría haber sido reelecto tres veces como intendente. La gente elige; podrá equivocarse una vez, pero no más de eso.
–Los docentes denunciaron que usted creó una patota con beneficiarios del Plan Jefas y Jefes de Hogar para custodiar las marchas contra la descentralización educativa.
–Aquí se marcha con toda libertad.
–¿Hay gente con el plan que esté trabajando en seguridad?
–No, para nada. Aquí lo que puede haber es una empresa de seguridad.
–Pero una compañera de Página/12 lo comprobó.
–Habrá visto algún ciudadano que cumple algún rol en la empresa de seguridad que trabaja aquí, que tiene que cuidar la institución municipal. Pero no agrediendo, no molestando, todo lo contrario. Aquí han hecho las manifestaciones, simplemente algunas veces hemos ordenado el tránsito, cortado la calle y poner los zorros (inspectores) para que puedan desplazarse con tranquilidad.
–En la fiscalía de Guillermo Marijuán, que investiga las irregularidades en los planes sociales, dicen que aquí se comete la mayor parte de ellas.
–Me pongo totalmente a disposición del fiscal. Quiero decirle al señor fiscal que yo he mandado a hacer setenta denuncias a cada uno de los jefes y jefas de hogar que me ha manifestado, ha ido con algún chico de la Municipalidad o con algún comisario, a quien le he pedido que tomara ladenuncia. Las denuncias que debe tener (Marijuán) son las que hemos hecho nosotros.
–En la Justicia de San Martín denunciaron que en un predio de la Municipalidad había un desarmadero con autos robados.
–Quiero explicar qué es ese desarmadero. Es el lugar oficial de la Municipalidad donde van los autos remitidos, que son secuestrados por “zorros grises” o policías que está aquí a cinco cuadras de la Municipalidad. Está a la vista de todo el mundo, ahí van los autos de aquel que circula sin registros, coches que no están en condiciones.
–¿Y de ahí no se sacaban autopartes para vender repuestos?
–¿Cómo se van a vender? ¡Por favor! Me parece una aberración, me parece que el fiscal desconoce totalmente lo que es la administración municipal. Toda administración municipal tiene un depósito de vehículos. Yo estaba detenido cuando escuché por radio lo del desarmadero y me sorprendí. Era la palabra del fiscal.
–En el Gobierno tienen carpetas con información sobre algunos distritos. Se habla por ejemplo de José C. Paz, el distrito vecino a Malvinas Argentinas. Y acá usted tuvo muchas acusaciones judiciales. ¿El gobierno nacional lo tiene bajo la lupa?
–No, yo no creo eso. Además, usted dice muchas acusaciones judiciales y yo tuve una sola.
–Sí, la del plan de pavimentación financiado por el Banco Provincia. Lo acusan de estafa y administración fraudulenta.
–Es mi causa judicial, la cual contestamos expediente por expediente. Hemos pagado hasta el último centavo. Nos hemos enfrentado a un extorsionador profesional que responde a intereses de algunos y de los otros. Y en relación con el Gobierno, yo ya he firmado cuatro convenios con Nación, por aguas, cloacas, viviendas, y el día 20 vamos a lanzar el plan Manos a la Obra. La relación ha sido de acompañar, de trabajar en conjunto. Me parece bárbaro que el Presidente luche contra la corrupción, la corrupción se comete robando o a veces haciendo mal el trabajo.
–Usted derramó sospechas sobre el fiscal que lo acusó por el plan de pavimentación. ¿Considera que hubo algún interés político en su detención?
–No, no. El fiscal (Edgardo) Ledesma tiene intenciones que no son las que debería tener un fiscal. Quiere dañar mi imagen política y está queriendo ganar notoriedad con este caso. Yo estuve trece días detenido, pero el juez que da la orden de detención el día viernes, el día lunes me da la libertad. Pero la gente me eligió igual, fui electo por tercera vez.
–¿Y la fianza de 500 mil pesos con qué la pagó?
–Algunos amigos vecinos de aquí que han puesto su propiedad de garantía. No hemos pagado absolutamente un centavo. Han puestos sus propiedades de garantía para cubrir los 500 mil pesos.