Gracias al apoyo de un sector del peronismo, el empresario futbolístico amigo de Mauricio Macri, Gustavo Arribas, y la ex diputada del PRO Silvia Majdalani quedaron a un paso de conducir formalmente la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Pese a las críticas y advertencias de un colectivo importante de organizaciones de la sociedad civil, la Comisión de Acuerdos del Senado le dio el aval a ambos candidatos para encabezar el máximo organismo de inteligencia del país. Además de defender sus postulaciones y quejarse del “escarnio mediático” al que supuestamente fueron sometidos, los funcionarios justificaron varios retrocesos en materia de transparencia que llevó adelante el nuevo gobierno. Incluso, Arribas adelantó una posible reforma a la ley de migraciones para crear una policía migratoria. Todo parece indicar que la designación se completará en la sesión del Senado del miércoles próximo.

Arribas y Majdalani están designados en comisión por el Presidente desde diciembre pasado, en reemplazo de Oscar Parrilli y Juan Martín Mena. Desde entonces, el foco de las críticas se centró en el pobre curriculum de los nuevos jefes de inteligencia, que no tienen antecedentes en la materia. De hecho, las dos principales actividades que figuran en el CV de Arribas son “Intermediario AFA” y “agente de jugadores AFA/FIFA” con “licencia para representación de deportistas y/o clubes”. La número dos de la AFI tampoco exhibe pergaminos muy superiores, sólo algunos cursos de especialización en seguridad y servicios de inteligencia. Según la Iniciativa Ciudadana para el Control del Sistema Inteligencia (ICCSI), lo que en principio podría parecer un dato a favor –haber integrado la Comisión Bicameral de Control de los Organismos de Inteligencia– se convirtió en un motivo más para cuestionar la postulación de Majdalani dado su flojo desempeño.

La Iccsi está integrada por el CELS, la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), la Asociación Pensamiento Penal, la Fundación Vía Libre, el Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia (Ilsed), el Núcleo de Estudios sobre Gobierno y Seguridad (dependiente de la UMET) y Poder Ciudadano. Ellos advirtieron que como miembro de la bicameral Majdalani “no hizo nada para controlar el funcionamiento del aparato de inteligencia, aun luego de que estallara la crisis del sistema a fines del 2014”. La ex diputada también fue cuestionada por estar involucrada en causas judiciales, algunas vinculadas con su participación en sociedades comerciales que no fueron informadas en su CV.

Estos y otros cuestionamientos fueron planteados ayer por algunos senadores del Frente para la Victoria. Cuando Mario País pidió postergar la firma del dictamen hasta tanto esas cuestiones no sean respondidas por escrito, el titular de la comisión de Acuerdos, que no pertenece al macrismo sino al PJ, Rodolfo Urtubey, se valió de una cuestión reglamentaria para desacreditarlas. Urtubey sostuvo que la Iccsi realizó la presentación fuera de tiempo y que no se le había dado curso a los candidatos para preparar las contestaciones. Luego de la reunión, el CELS informó mediante un comunicado que el artículo 22 del reglamento del Senado dice que la Comisión de Acuerdos recibirá “observaciones con relación a los propuestos, mientras los pliegos se encuentren a su disposición”.

Durante el encuentro, el jefe del bloque del FpV-PJ, Miguel Pichetto, pidió que de todas maneras los funcionarios acerquen la documentación que les sea posible recolectar. No obstante, Pichetto rubricó el dictamen a favor junto con otros senadores peronistas como José Mayans, Pedro Guastavino, Juan Manuel Irrazábal, Walter Barrionuevo y Urtubey. Los senadores oficialistas que acompañaron el dictamen fueron Federico Pinedo, Ernesto Martínez, Oscar Castillo, Julio Cobos, Luis Naidenoff y Alfredo Martínez. Quienes no firmaron el dictamen fueron País, Ruperto Godoy, Juan Manuel Abal Medina y Adolfo Rodríguez Saá.

“Desde que me hice cargo de la Agencia, no he tenido ninguna participación en transferencias de ningún atleta”, sostuvo ayer Arribas para mostrar su compromiso con la función asignada por su amigo. En un ejercicio de sinceridad, el escribano y empresario futbolístico reconoció que no tiene “experiencia y actividad en inteligencia” pero se mostró consustanciado con su nuevo rol: “El corto tiempo que estoy me permitió vislumbrar la complejidad de la tarea”, dijo. Consultado por Godoy sobre su falta de experiencia Arribas se escudó en la confianza de su amigo: “El Presidente considera que tengo la capacidad de desarrollar un buen trabajo en la Agencia”. Respecto de las sociedades en Panamá, Arribas aseguró que no él tiene “ninguna relación” con ellas y arriesgó que el Gustavo Arribas que figura en La Veneziana Corp podría tratarse de un homónimo.

“La única denuncia que tengo vigente es la que presentó el legislador porteño (Gustavo) Vera, donde me adjudica la titularidad de empresas que nunca fueron mías. No tengo dudas de que seré sobreseída”, sostuvo ayer Majdalani, quien consideró que a partir de sus designaciones han sido “hostigados por la prensa”. Según la número dos de la AFI es “muy complicado” demostrarle a los senadores que ellos tienen una sociedad offshore, que no lavan dinero o que no incumplieron sus obligaciones. “No es tan sencillo lo que piden”, afirmó la ex diputada.

Un capítulo aparte mereció la defensa que realizaron de las últimas medidas de Macri, donde repone el uso de personal y de fondos reservados. “Para nosotros los fondos para inteligencia tienen que ser reservados más allá que la partida sea pública. Reservado no significa con falta de control. Nada mejor que una agencia de inteligencia sea controlado por una comisión bicameral”, aseveró Arribas, sin tener en cuenta las críticas por la inacción de la bicameral de control. “Respecto de la oscuridad del organismo que hoy me toca dirigir yo no me hago cargo”, agregó Arribas y recalcó que “por órdenes expresas del presidente de la Nación va a ser una gestión estrictamente marcada por la ley”.