Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, a la cabecera del primer encuentro cegetista.
Imagen: Joaquín Salguero.

La sede de la CGT en Azopardo 802 volvió a funcionar como único búnker cegetista. El flamante consejo directivo de la central obrera unificada se reunió ayer por primera vez con la presencia de todos sus integrantes. En el cónclave los sindicalistas acordaron solicitar reuniones formales con los ministros de Trabajo, Salud, Economía y Producción. “El empleo, la inflación, ganancias, jubilados, tarifas, el tema de la pobreza y los efectos de la libre importación”, fueron algunos de los puntos que se abordaron en la reunión y que llevarán a los funcionarios del gobierno nacional.

“No podemos ir a una reunión con él sin tener reestablecida una agenda, porque sería ir a una formalidad”, explicó ayer el dirigente de Sanidad, Héctor Daer, uno de los tres secretarios generales sobre el por qué no se solicitó una reunión con el presidente Mauricio Macri. Los 37 integrantes de la nueva cúpula de la CGT se dieron cita en el histórico edificio de la central obrera que supo albergar el cuerpo de Eva Perón, para poner a rodar el ciclo de unidad que se concretó el lunes pasado. “Hemos dado el puntapié inicial en lo que tiene que ver con los trámites formales de la confluencia de los tres sectores”, destacó Daer haciendo foco en los trámites para formalizar la fusión de las tres facciones sindicales.

Poco antes del mediodía comenzaron a llegar los integrantes del secretariado y los vocales al edificio que usó el moyanismo mientras la CGT se encontraba fracturada. El encuentro fue a agenda abierta, sin ningún temario oficial a discutir, para “empezar a debatir sin condicionamientos”, confió a Página/12 un gremialista. “Hubo una excelente participación y hablaron diecinueve dirigentes”, señaló satisfecho Daer y agregó que también se había definido “la convocatoria a un Comité Central Confederal para el 23 de septiembre”, para continuar con los pasos administrativos de la vida interna de la CGT y amalgamar la unificación.

Del encuentro salió la iniciativa de los pedidos de audiencia a cuatro ministros nacionales y además que se avanzará “en un contacto formal con todos los sectores de los movimientos sociales que representan a trabajadores en la informalidad”, toda una novedad para la CGT que no contemplaba en su escenario de representación a las organizaciones de desocupados, y agregó que buscarán “tener audiencias con los sectores y las cámaras emblemáticas del sector empresarial, para también plantearles la necesidad de la responsabilidad que amerita el momento que estamos viviendo”, por lo que en los próximos días pedirán audiencia con las cámaras empresarias nucleadas en la Unión Industrial Argentina, la Cámara de Comercio, de la Construcción y la Iglesia Católica.

El secretario de Prensa y dirigente del gremio del Seguro, Edgardo Sola, apuntó contra “las políticas erráticas del Gobierno con las que no coincidimos, pero también es cierto que gran parte de esta situación social, económica y laboral que estamos atravesando mucho tiene que ver con el gobierno anterior”, dejando entrever que subsiste una de las diferencias que llevaron a la fractura, la crítica de algunos de los sectores internos cegetistas hacia las políticas del kirchnerismo.

Finalmente Daer anticipó que “no va a haber una participación oficial de la CGT en la Marcha Federal organizada por las dos CTA para el 31 de agosto”, pero que “vamos a considerar nuestra solidaridad con todos los puntos de la agenda que son comunes y habrá gremios que participarán, porque hemos dejado en libertad de acción para que quienes quieran participar, lo hagan”.