Vie 02.09.2016

EL PAíS  › CAMBIEMOS IMPUSO EN DIPUTADOS LA APROBACION DE UN TIBIO PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA SITUACION DE BRASIL

Una declaración que no habla del golpe

El oficialismo acordó el texto con el Frente Renovador y otros aliados de la oposición. El Frente para la Victoria insistió en definir la destitución de Dilma Rousseff como un “golpe de Estado parlamentario”.

› Por Miguel Jorquera

El golpe parlamentario que destituyó a la presidenta brasileña Dilma Rousseff volvió a dividir posturas en la Cámara de Diputados. La alianza Cambiemos impuso el criterio del presidente Mauricio Macri de avalar el proceso que desplazó a Rousseff. Con el apoyo del massismo y el resto de la “oposición amigable” con el Gobierno, el oficialismo aprobó una tibia declaración “frente a la situación de extrema dificultad en términos a la preservación del Estado de derecho y la democracia representativa que afecta al pueblo hermano”. Lo mismo hizo sobre la situación en Venezuela. El Frente para la Victoria, en cambio, insistió con sus propios dictámenes donde reclamaba el “más categórico rechazo al golpe de Estado parlamentario” en Brasil, repudiaba el “intento de golpe de Estado” en Venezuela y exhortaba al Gobierno a cumplir con los protocolos constitutivos del Mercosur y Unasur. Finalmente el FpV se abstuvo en la votación igual que Libres del Sur, mientras el Movimiento Evita y el Frente de Izquierda votaron en contra de los pronunciamientos del oficialismo.

Elisa Carrió, como presidenta de la comisión de Relaciones Exteriores, fue la encargada de defender la declaración impulsada por el oficialismo. El texto, acordado con la “oposición amigable”, planteó que frente a la situación que “afecta al pueblo hermano de Brasil es necesario reiterar los siguientes principios: derecho a la democracia y obligación de los gobiernos de promoverla y defenderla, siendo la misma esencial para el desarrollo”.

“(Dilma fue) lamentablemente destituida”, admitió Carrió pero enseguida cargó contra el gobierno bolivariano de Venezuela por los “detenidos políticos” de la oposición y las “migraciones a Colombia por la falta de alimentos”. “Que sea la OEA la que no por cuestiones ideológicas que pueden dividir la región, sino por cuestiones de principios, derechos humanos, humanismo, paz, democracia y república, ordene preservar en el continente algo que le ha costado conseguir”, remarcó Carrió al instar a cambiar la declaración de principios de la OEA ante destituciones como la de los presidentes Manuel Zelaya (Honduras), Fernando Lugo (Paraguay) o Rousseff, aunque equiparó esas situaciones con la del opositor venezolano Leopoldo López, al que calificó de “preso político”.

“El oficialismo se ha resistido a calificar lo ocurrido en el proceso de impeachment como un golpe de Estado”, dijo el mendocino Guillermo Carmona (FpV). “Nosotros creemos y sostenemos categóricamente que se trata de un golpe de Estado, un golpe parlamentario que resulta insuficiente de calificarlo como ‘blando’; se ha tratado de un golpe por cuotas durante meses, durante años, orquestado por medios de comunicación hegemónicos, con la Justicia, en consonancia, en plena identificación” con ellos, remarcó Carmona y cuestionó al gobierno macrista porque está “subordinando la política exterior a la candidatura de Susana Malcorra” a la ONU.

“No es casualidad lo que está sucediendo en Venezuela, forma parte de un plan regional”, sumó la diputada kirchnerista Carolina Gaillard y el apuntó a la política exterior de los Estados Unidos: “Pretenden volver a ser árbitros de nuestros conflictos y que volvamos a ser el patio trasero”, sentenció. Luego Gaillard invirtió los términos con que Cambiemos definió al opositor venezolano Leopoldo López: “Es un político preso”, por los crímenes en “otro intento de golpe de Estado que Venezuela”.

Felipe Solá justificó la postura del Frente Renovador. “Nos duele Brasil; habría que llevar luto” y “han echado a una persona honesta, que no estaba confabulada con los hechos de corrupción”, reconoció Solá. Pero luego sostuvo que “Argentina está obligada a reconocer al gobierno” de Michel Temer: “No estamos aquí discutiendo un problema legal, sino discutiendo política. Y en la política ayer perdió Brasil”, insistió.

“Estamos obligados a decir que acompañamos con tristeza el proceso en Brasil, que es injusto”, dijo Margarita Stolbizer (GEN) sobre el pronunciamiento de la Cámara baja pero no se inhibió de expresar su opinión “política”: afirmó que el impeachment fue “pseudo-institucional”, que “forzó la letra de la Constitución” brasileña y que la destitución es “ilegítima desde lo político”. Luego votó con el oficialismo.

“Acaba de consumarse el golpe institucional en Brasil”, arrancó Myriam Bregman (FIT-PTS) y recordó que el oficialismo se negó a votar un proyecto contra “el golpe que ya estaba en curso”: “Derrocaron finalmente a Dilma Rousseff y ahora nos traen un dictamen de mayoría que consideramos una burla; es cómplice con el nuevo gobierno de Brasil. Es tan grotesco que ni siquiera menciona a Dilma Rousseff”, le reprochó al oficialismo y sus aliados para luego insistir en el repudio “incondicional” al golpe y el rechazo “el reconocimiento institucional que el gobierno de Mauricio Macri hizo del gobierno golpista en Brasil”.

La votación fue a mano alzada. Cambiemos sumó otro triunfo parlamentario con la ayuda del massismo y la oposición amigable.

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