Lun 19.09.2016

EL PAíS  › EXCLUSIVO PRIMERA DEMOSTRACIóN CERTIFICADA DE QUE EXISTE LA OFFSHORE DE MACRI RADICADA EN PANAMá

Kagemusha, la sombra del dinero

La offshore de Macri Fleg Trading, con sede en Bahamas, figura en los Panama Papers. En cambio no formaba parte de la lista la otra sociedad del Presidente, abierta también en un paraíso fiscal. Aquí los detalles que confirman la existencia real de Kagemusha.

› Por Martín Granovsky

El japonés Akira Kurosawa era un genio del cine pero no de las finanzas. Se preocupó cuando vio que no conseguía los recursos suficientes para filmar Kagemusha, La sombra del guerrero, una película sobre el Japón medieval con este tema: un señor de la guerra muere y un ladrón es elegido para reemplazarlo. Por suerte para él un admirador suyo, el director de El Padrino, Francis Ford Coppola, produjo Kagemusha. Así pudo completar el rodaje y luego estrenarla en 1980. Sin embargo, dos expertos en el alma humana y en su transformación cuando la cruza el poder, Coppola y Kurosawa, ni deben haber imaginado que Francisco y Mauricio Macri le pondrían a una de sus sociedades offshore, justamente, Kagemusha.

¿De la sombra del guerrero a la sombra del dinero? El fiscal Federico Delgado y el juez Sebastián Casanello recibirán en los próximos días una nueva constancia en su investigación sobre el presunto delito de lavado cometido por el presidente Mauricio Macri cuando solo se dedicaba a las empresas del grupo familiar.

La constancia es el certificado de persona jurídica de Kagemusha, una de las offshore de Mauricio Macri. Kagemusha no formaba parte de las sociedades cuya existencia reveló en abril el consorcio de periodistas de investigación que difundió los Panama Papers, una lista de miles de sociedades constituidas a través del estudio de abogados Mossack-Fonseca por ricos y famosos de la política, el mundo empresario y el deporte en paraísos fiscales. Quien reveló primero la presencia de Kagemusha en el mundo de los negocios fue el periodista Andrés Ballesteros en su blog “200 Monos”.

Página/12 ya informó en varias ocasiones sobre Fleg Trading, la offshore creada por Socma, Sociedades Macri, para hacer negocios en Brasil. Fleg fue radicada en Bahamas. Tal como confirmó este diario mediante nueva documentación en la edición de ayer, Fleg no sólo se mantuvo muy activa después de su creación sino que operó en espejo con otra offshore, Karter, cuyo beneficiario fue Pier Andrea Nocella, nieto del mejor amigo de Francisco Macri, Giorgio Nocella, fallecido en 2011. Nocella fue titular de Socma Finanziaria con sede en Italia.

Kagemusha, en cambio, fue radicada en Panamá, según establece el registro público de ese país con certificación de un funcionario llamado Yadinel Ortega González.

El certificado será aportado a la causa de Delgado y Casanello por Darío Martínez, el diputado neuquino del Frente para la Victoria que realizó la primera denuncia no bien el diario La Nación publicó la primera nota sobre los Panama Papers y luego profundizó él mismo en la búsqueda de nuevos datos.

Kagemusha fue inscripta con el folio 71446 el lunes 11 de mayo de 1981, al año siguiente del estreno de la película. Dice el texto del Registro: “La sociedad se encuentra vigente”.

Figura como presidente Francisco Macri. El vice es Mauricio Macri, que a su vez funciona como director. Otro Macri, su hermano Gianfranco, es al mismo tiempo secretario y director. El tesorero es Eloy Benedetti, que también suscribe acciones. Otro suscriptor es Rodrigo Arosemena.

Kagemusha se formó con 10 mil dólares norteamericanos y su duración es perpetua.

“No hay ninguna cuenta, hay una sociedad que no fue creada para ningún ilícito”, declaró en abril en defensa del Presidente su jefe de Gabinete, Marcos Peña. “No hay nada raro ni oculto”, añadió.

El 12 de julio la Unidad de Información Financiera confirmó al juez Casanello la existencia de Kagemusha S.A. La UIF aclaró que la información “no es válida para procesos jurídicos, puede ser considerada solamente como información de inteligencia y que a fines de poder ser utilizada como prueba, las autoridades competentes la deben requerir a la República de Panamá apelando al acuerdo en materia de asistencia jurídica entre ambos países.”

Según la UIF Macri “integraría” el directorio de Kagemusha. Todo requerimiento será más sencillo cuando la Justicia tenga en su poder la reciente certificación panameña. El verbo dejará de estar en condicional.

Pistas

Macri ya está imputado por la supuesta infracción al artículo 303 del Código Penal. El inciso uno dice que “será reprimido con prisión de tres (3) a diez (10) años y multa de dos (2) a diez (10) veces del monto de la operación, el que convirtiere, transfiriere, administrare, vendiere, gravare, disimulare o de cualquier otro modo pusiere en circulación en el mercado, bienes provenientes de un ilícito penal, con la consecuencia posible de que el origen de los bienes originarios o los subrogantes adquieran la apariencia de un origen lícito”.

La pesquisa está más avanzada para Fleg que para Kagemusha. Después de evaluar la documentación aportada por el diputado Martínez, el fiscal Delgado dictaminó que “la causa ya muestra que Fleg fue una empresa madre de otras empresas”. El fiscal estableció que las firmas Owners, Fleg y Socma Americana “constituyen una tríada a la que subyace una misma realidad económica, más allá del velo societario”. Según el escrito ya publicado por este diario “esa tríada se comenzó a gestar en Bahamas y se perfeccionó en Brasil”. Fleg es Bahamas. Owners, de nombre completo Owners do Brasil, Dueños de Brasil, es la empresa formada en el país vecino. Socma es la aportante argentina de los Macri que abre Fleg en 1998 para convertirla en un embrión de múltiples empresas brasileñas. Socma Americana constituyó sociedades nuevas. También lo hizo Owners. En las operaciones hay nueve millones de dólares que intrigan al fiscal a punto tal que pidió un peritaje contable de la Corte Suprema. Delgado se quejó públicamente de las dificultades que presenta el circuito que nace de un exhorto de la Justicia argentina, pasa por la Cancillería, hace escala en Itamaraty y finalmente llega a la Justicia brasileña para que, a menudo, la respuesta sea que faltan datos en el requerimiento. “Es entendible su molestia, porque resulta que uno pide datos porque le faltan datos”, dijo un funcionario de Tribunales que pidió reserva de su identidad. La renuencia es mayor cuando además los magistrados quieren saber sobre cuentas y movimientos.

Apellidos

El certificado sobre Kagemusha que puede ayudar a la pesquisa sobre la otra offshore tiene un código de validación electrónica que permite verificar la congruencia con la documentación original depositada en el Ministerio de Hacienda y Tesoro de Panamá hace 35 años.

Esa documentación incluye un acta notarial que permite observar el celo con que los pastores de las offshore, los escribanos, cuidan su rebaño. Es una enmienda para que quede claro que Rodrigo Arosemena tiene segundo nombre, Hernán. El cuidado de los negocios no se choca con ninguna herencia política familiar: firma el acta el notario público quinto del Circuito de Panamá, el licenciado Lenin Huerta.

La aclaración tenía su sentido, porque el representante legal era precisamente Rodrigo Arosemena, miembro de la firma De la Guardia Arosemena & Benedetti. También está en los documentos otra familiar, Cecilia Arosemena de González Ruiz.

Una vez resuelto el tema de nombres, el representante Arosemena hizo otra presentación notarial el 5 de marzo de 1982. Le confería poder general a Francisco Macri si actuaba individualmente y a Mauricio y Gianfranco Macri de manera conjunta en caso de fallecimiento de Francisco. Nacido en 1959, Mauricio Macri era un joven empresario de 23 años. Su hermano Gianfranco, que se recibiría de economista y hoy lo apoya desde el armado bonaerense con sede en San Miguel, tenía 20.

El poder general ilustra la amplitud de funciones que puede tener una offshore. Textualmente: “Poder éste que se otorga para representar a la sociedad en cualquier parte del mundo y en cualquier capacidad y para que pueda ser operada, manejados sus asuntos sin referencia previa a persona alguna, ejecutando los fines de la sociedad, con el poder y la facultad de manejar, dirigir y administrar el negocio de la sociedad y hacer todo aquello que se estime necesario o incidental”. De manera judicial o extrajudicial el poder permitía “manejar, administrar y llevar adelante los asuntos o negocios de la sociedad Kagemusha S.A. en Panamá o en cualquier parte del mundo”.

Uno de los grandes investigadores del tema, Nicholas Shaxson, escribió en su libro “Las islas del tesoro, Los paraísos fiscales y los hombres que se robaron el mundo” que el sistema offshore es quizás “la causa determinante más fuerte de cómo el poder político y económico opera en el mundo”. Sostiene Shaxson que permite mantener su posición a la gente rica, las grandes compañías y los países ricos. Es parte de la batalla de ricos contra pobres, “vos contra las grandes empresas, los paraísos contra las democracias”. Con el agregado de que los paraísos fiscales hacen las leyes sin consultar a los ciudadanos de otros países que serán perjudicados por las maniobras de algún compatriota que abre sociedades offshore o cuentas fuera de su Estado.

Como la velocidad y la opacidad deben ser garantizadas, la amplitud del poder conferido a Macri era infinita: “Abrir una o varias cuentas en cualesquiera bancos, firmas o instituciones financieras de cualquier país, hacer depósitos y retirar los que existieron en esas o en otras cuentas que tenga la sociedad; librar y entregar cheques, letras de cambio u otras órdenes para el pago o retiro de dinero, ordenar transferencias y cambios de fondos existentes en depósitos o cuentas, a otros depósitos o cuentas de la sociedad o de terceros; pedir, saldar, finiquitar y reclamar cuentas impugnando, en su caso, o conformando el resultado de las mismas”. También “aceptar y pagar giros, letras de cambio o cualesquiera órdenes de pago que se libren en cualquier tiempo contra la sociedad”. Y endosar o negociar pagarés o certificados. Y “abrir, arrendar y utilizar cajas de seguridad”. Y “dar o tomar dinero o préstamos”. Y manejar “hipotecas mobiliarias e inmobiliarias, transferencias, endosos, entrega de valores, acciones, bonos, derechos e intereses”. Y cobrar deudas. Y vender o permutar bienes muebles e inmuebles. También “conferir y/o delegar poder y/o poderes y/o autorizaciones”. Y “representar en general con la mayor amplitud en cualquier tiempo, país y circunstancia a la sociedad”.

Nada de Lenin. Más localista, la escribanía donde fue conferido el poder a Francisco Macri queda en el edificio Comosa de la avenida Samuel Lewis. Allí mismo residen los abogados del estudio Benedetti & Benedetti. Los apellidos y las direcciones se repiten. Benedetti se llama el señor Eloy de Kagemusha. Una revisión actual de la página web permite comprobar que Eloy Benedetti se murió. Debajo de su nombre hay una cruz y la sigla RIP, o sea descansa en paz en latín. Los Benedetti en funciones son Giovanna, Alida, Graziella, Ramón, Yolianna Arosemena Benedetti y Ana Cristina Arosemena Benedetti.

El tono de familia se mantiene con Lewis. Samuel Lewis, en homenaje a su ancestro que dio nombre a una avenida, fue un canciller y vicepresidente panameño. En 2005, durante la Cumbre de las Américas en Mar del Plata, intercedió en público y en privado para que Néstor Kirchner, Luiz Inacio Lula da Silva, Hugo Chávez, Tabaré Vázquez y Nicanor Duarte Frutos quitaran la bolilla negra a la formación de un Area de Libre Comercio de las Américas. Panamá tiene dos vicepresidentes. El viceprimero entre 2004 y 2009 fue Lewis. El vicesegundo se llamaba Rubén de nombre. Su apellido no era Benedetti. Pausa para imaginar. Es abogado e hijo de un famoso notario de circuito llamado igual y fallecido en 2015. Adivinaron: Rubén, obviamente, Arosemena.

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