Dom 25.09.2016

EL PAíS  › LOS MOVIMIENTOS SOCIALES VOLVIERON A COINCIDIR CON EL SINDICALISMO EN LA CGT

Un encuentro entre trabajadores

La central sindical le abrió ayer sus puertas al sector de la economía popular para una jornada de reflexión promovida por el Papa.

“Los pobres ya no esperan. Quieren ser protagonistas”. Fue Carlos Acaputo, director de la Pastoral Social de Buenos Aires, quien citó aquella frase con la que el Papa Francisco inauguraba hace dos años el acercamiento de la Iglesia a los movimientos sociales, desde Roma y de la mano de Evo Morales. Dicha en el salón Felipe Vallese de la sede de la CGT de la calle Azopardo, que abrió ayer sus puertas a cientos de dirigentes de la agricultura familiar, referentes villeros, cartoneros, vendedores ambulantes y cooperativistas, la cita sonó como una bendición a la distancia del proceso de acercamiento iniciado quince días atrás –en ese mismo lugar– entre el triunvirato que conduce la central obrera unificada y el bloque de organizaciones de la economía informal. “Hay una nueva composición de la clase trabajadora, con millones de compañeros que no tienen la dignidad del trabajo. Nuestra tarea es tender un puente con ellos y este es un paso vital”, definió Juan Carlos Schmid.

El marco fue la jornada de “reflexión” alrededor de las “Tres T” (Tierra, Techo y Trabajo) convocada por el Comité Organizador Argentino del Encuentro Mundial de Movimientos Populares (EMMP), que representa en el país el dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) Juan Grabois, nombrado recientemente consultor del Pontificio Consejo de la Justicia y de la Paz en el Vaticano. “La CGT hoy abrió sus puertas a las demandas de los que están más abajo, para que las podamos poner bien arriba en la agenda política”, agradeció Grabois, encargado de inaugurar la ronda de discursos. A su turno, Schmid agradeció él a las organizaciones “el trabajo invalorable de contener a los compañeros que sufrieron el desempleo en la década del 90” y se comprometió a impulsar el proyecto de ley que declara la emergencia social y la implementación del salario universal complementario. Con esos reclamos, el bloque de organizaciones que junto a la CTEP conforman Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) marchó a Plaza de Mayo el día de San Cayetano.

“Hemos dado un paso fundamental en entender que la CGT representa a todos los trabajadores”, apuntó a su turno Héctor Daer, quien “a modo de autocrítica” reconoció “haber entendido hace poco la realidad” de los trabajadores de la economía informal. “Asumimos su representación y tomamos sus reclamos en una agenda común”, definió.

El encuentro de ayer se dio en el contexto de un creciente descontento social ante el ajuste del Gobierno y apenas 24 horas después del Confederal de la CGT en el que se definió llamar a un paro general, aunque sin fecha definida. Con el anuncio del paro fresco, varios discursos repasaron las medidas de fuerza que los distintos sectores hicieron contra la política económica oficial y que demostraron su poder de convocatoria: el paro de ATE contra los despidos en el Estado, en febrero; el acto de abril convocado por las entonces tres fracciones de la CGT y por las dos CTA; la marcha de San Cayetano y la Marcha Federal. Desde la CTEP afirmaron a este diario que la intención del bloque de organizaciones es acompañar el paro general en ciernes con “50 mil compañeros en la calle”.

“No puede ser que el Gobierno no entienda, a esta altura, que su prioridad debe ser atender las necesidades de los que menos tienen y no de los sectores concentrados de la economía”, dijo el referente de Barrios de Pie, Daniel Menéndez. Carlos Alderete, de la CCC, resaltó que el encuentro se produjo “en el marco de una grave emergencia social” y enumeró: “Despidos, recesión, inflación y salarios a la baja”.

Las “Tres T” fueron más tarde las protagonistas de la jornada. Margarita Gómez, referente del Mocase-Vía Campesina, describió la situación de los suyos en Santiago del Estero, y relató los ataques sufridos por comunidad de Bajo Hondo por bandas armadas contratadas por el empresario Orlando Canido. “La agricultura familiar está amenazada. A este gobierno sólo le interesa favorecer a las multinacionales dueñas de la tierra”, denunció. Entre otros, hablaron campesinos de Corrientes, Neuquén, Jujuy y La Plata, coordinados por el presidente de la Pastoral Social, Jorge Lozano. Hubo también testimonios de referentes de la Villa 1.11.14 y de asentamientos de Córdoba, La Matanza y Cipoletti; de trabajadores de empresas recuperadas y del MTE.

El universo de la economía informal abarca a 4 millones y medio de personas, según las organizaciones, lo que representa un 40 por ciento de la población económicamente activa. “No queremos ser subsidiados. Queremos trabajo, salario digno, obra social, todos los beneficios de un trabajador formal”, subrayó el referente de la CTEP, Carlos Castro. “La única grieta que reconocemos es la que existe entre los integrados y los excluídos”, complementó Grabois.

“Los hermanos sean unidos”, enmarcó sobre el cierre el Marcelo Sánchez Sorondo, titular de la Academia de Ciencias del Vaticano, quien aseguró que el Papa “piensa que los movimientos sociales deben gobernar el mundo, para salvarlo del modelo económico que destruye la tierra”.

Informe: Matías Ferrari.

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