Mauricio Macri cuidó ayer hasta el más mínimo detalle de imagen.

Jeans con camisa celeste y sweater gris, zapatillas marrones y chaleco negro, y de la mano de su hija Antonia. Así se presentó ayer en la localidad bonaerense de General Las Heras en el marco de un timbreo que el PRO realizó en todo el país, al que se sumaron también esta vez sus socios de la radicalismo y la Coalición Cívica. Fue la frutilla del postre de una semana guionada por su asesor Jaime Durán Barba, que incluyó un beso con su esposa Juliana Awada en el salón de la Asamblea General de las Nacionales Unidas, un paseo de ambos en bicicleta por el Central Park y un viaje ficticio en colectivo con vecinos de Pilar.

“Hace 11 años hacíamos el primer timbreo. Hoy salimos una vez más”, destacó Macri, quien se encargó de promocionar su salida con múltiples fotos en su cuenta de Twitter. A su lado en General Las Heras estuvo también la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.

El de ayer fue el quinto timbreo nacional del Cambiemos. El grueso de la dirigencia de la alianza gobernante realizó recorridas por el Gran Buenos Aires. La decisión de concentrarse allí tiene que ver con la necesidad fortalecerse con miras a las elecciones legislativas del año que viene.

Tan novedoso como la estudiada aparición de Macri junto a su hija fue la participación de Elisa Carrió en el timbreo convocado bajo el lema “Cambiando juntos”. La líder de la Coalición había dicho días atrás que no sería de la partida, pero finalmente dio el presente en Capilla del Señor, donde tiene una casa. Allí la acompañó el también diputado Fernando Sánchez y ambos inauguraron después una sede del Instituto Hannah Arendt.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, recorrieron Hurlingham y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, estuvo en Pompeya.

El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, anduvo por distintos barrios de Isidro Casanova, en el partido de La Matanza. Ritondo también puso de manifiesto el espíritu que guía las políticas del área a su cargo: llamó “terminar con esa puerta giratoria, ese ingreso y salida de delincuentes” de las cárceles y advirtió que “hoy el que va a denunciar se queda más tiempo en la comisaría que el detenido”. En ese mismo tono dijo también que “quien tiene que estar preso, no tiene que estar libre cometiendo otra vez delitos”, a la vez que manifestó que “no puede ser que la Policía tenga que estar metiendo siete veces preso a alguien para que quede detenido”.