Con el proyecto de ley de Presupuesto todavía en discusión, la baja en lo proyectado para el ministerio de Ciencia y Tecnología profundiza el malestar en los científicos e investigadores. “Se recorta en general, pero hay una particularidad: los institutos y organismos de investigación son de los más perjudicados, y el único sector que tiene un aumento importante es el área de la minería”, señaló a Página/12 el ex ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, apuntando al enfoque ideológico político con el que se trazó el financiamiento anual del Estado. Los trabajadores e investigadores anunciarán mañana en conferencia de prensa un plan de lucha.

“Claramente hay una mirada hacia la primarización. Se recortó en todas las áreas tecnológicas y de investigación y el único lugar en el que se promueve es en la minería”, destacó Filmus luego de analizar el proyecto para el ministerio de Ciencia y Tecnología que encabeza Lino Barañao desde hace casi diez años, y a los que se agregaron el tijeretazo a institutos de investigación de otras dependencias como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en el que hoy los los trabajadores realizarán una jornada de protesta por el recorte.

Según la proyección presupuestaria para el ministerio sin contar el Consejo Nacional de Investigaciones y Científicas y Técnicas (Conicet) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) la asignación general se reducirá un 32,53 por ciento con respecto al presupuesto 2016, es decir que pasará a utilizar 2.053.531.272 millones de pesos en comparación con los 3.043.553.474 del año que termina. Si se tiene en cuenta que la paritaria nacional de los empleados estatales cerró en el 31 por ciento, la asignación de recursos está encaminada casi en su totalidad a cubrir el aumento salarial y sumando la inflación superior al cuarenta por ciento la caída en la inversión en el sector de investigación cintífico tecnológica es aún mayor.

En el caso del Conicet se aumenta un 47,65 por ciento, cubriendo el aumento de salarios y dejando poco más de un 16 por ciento para el resto de sus actividades, mientras que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA) recibirá 4.881.584.794 millones de pesos en comparación de los 3.901.762.000 de este año, equivalentes al 25 por ciento de aumento, que ni siquiera completan el aumento salarial. En la misma línea y con mayor perjuicio la CONAE tiene presupuestado 1.740.461.642 para el año próximo, un 6,59 por ciento menos de los 1.863.241.000nillones de pesos que tenía para financiarse este año. La mayor contradicción llega con la asignación al Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) que aumenta su presupuesto de 508.627.322 millones de pesos con respecto a los 230.497.000 del 2016, el equivalente a una suba del 120,67 por ciento.

“Estamos ante otra de las promesas incumplidas de campaña. El presidente Mauricio Macri había prometido sostener el financiamiento en ciencia y tecnología, pero lo primero que hace es bajarlo”, afirmó el ex ministro Filmus y agregó que tenía que ver “con modelo de país en el que da lo mismo comprar cosas hechas afuera que en el país con investigación e innovación hecha en el país”. Filmus integra el Grupo Ciencia y Técnica Argentina (CyTA) junto a otros científicos como Alberto Kornblihtt y Adrián Paenza, entre muchos otros,que ya había denunciado ante este diario la reducción presupuestaria y lanzó una recolección de firmas para evitar que se concrete la baja propuesta por el macrismo. Mañana, a las 13:30, en el Senado presentarán su postura frente al recorte y lanzarán un plan de lucha para el que ya recolectaron más de 14 mil firmas. Luego, el viernes, los científicos autoconvocados se concentrarán frente al Congreso para presentar las firmas y el 25 realizarán una marcha por el mismo motivo.