Dom 16.10.2016

EL PAíS  › OPINION

Lealtad

› Por Daniel Filmus, Víctor Santa María, Jorge Taiana y Eduardo Valdés

Cada 17 de octubre los peronistas recordamos una de las páginas históricas más trascendentes del pueblo argentino. La lealtad de los trabajadores, de los humildes, con su líder. Pero esa movilización maravillosa de los que hasta ese momento habían sido los invisibilizados por la historia oficial, esa gesta del “subsuelo de patria sublevado” fue posible porque existió una lealtad previa. La lealtad del General Juan Domingo Perón con su compromiso de ampliar los derechos de los trabajadores hasta límites no conocidos en nuestro país y en la región. Fue esa actitud de coherencia entre los ideales y la acción concreta llevada adelante desde la corta gestión del gobierno por parte del General Perón la que llevó al pueblo a mostrar el agradecimiento y compromiso a través de su protagonismo en las calles exigiendo su libertad. Pero también esta lealtad mutua tuvo sus expresiones posteriores, la de un líder que durante 10 años gobernó sólo para defender los intereses de los trabajadores y la de un pueblo que desafió proscripciones, cárceles, exilios y muertes durante 17 años para lograr el objetivo de que Perón volviera a la patria y a la Presidencia de donde había sido expulsado por el sangriento golpe de Estado perpetuado por los poderosos en 1955. De esta manera, al volver la vista atrás sobre el día que los trabajadores pusieron por primera vez los pies en la fuente y su impronta en la historia nacional, los peronistas recordamos mucho más que ese acontecimiento. Honramos el compromiso y la fidelidad mutua y permanente entre el fundador de nuestro movimiento y su pueblo.

Desde 1946, los 17 de octubre se han celebrado en los contextos políticos más diversos. Desde los gloriosos días de gobierno peronista en los que se pasaba recuento de “las conquistas sociales que el pueblo ha obtenido” hasta los dramáticos momentos de las dictaduras que ejecutaron el terrorismo de Estado sobre el pueblo trabajador.

En los últimos 12 años tuvimos la enorme posibilidad de conmemorar el Día de la Lealtad en el marco de un gobierno que recuperó las mejores tradiciones, ideales y políticas del peronismo. Un gobierno, primero con Néstor y luego con Cristina, que siempre privilegió los intereses y las necesidades de las mayorías nacionales. Que volvió a colocar la Independencia Económica, la Soberanía Política y la Justicia Social como los pilares básicos de políticas públicas que permanentemente privilegiaron la ampliación de derechos.

La derrota electoral de octubre de 2016 dio inicio a un proceso que nos lleva a recordar el próximo día de la Lealtad en un escenario totalmente distinto al de los años anteriores. El gobierno que asumió el 10 de diciembre representa los intereses los sectores del privilegio y del capital concentrado en la Argentina. Todas las medidas que han tomado tuvieron como objetivo favorecer a estos sectores, sumir en el desempleo y la pobreza a millones de argentinos, dar marcha atrás con los derechos conquistados y renunciar a nuestra soberanía económica, política y territorial.

Esta dura realidad obliga a que una vez más los peronistas asumamos los desafíos que nos plantea la hora. Por un lado, debemos colocarnos a la cabeza de las luchas sociales y políticas que se llevan adelante con el objetivo de impedir que se vuelvan atrás los derechos ganados en la última década. Pero por otro, debemos emprender la trascendente tarea de trabajar para construir un frente político y social que nos permita convocar una nueva mayoría que recupere electoralmente para el campo nacional y popular la conducción del Estado.

Esta tarea exige enfrentar, entre otros, tres grandes desafíos. En primer lugar, un desafío de elaboración que permita generar los debates necesarios para dar cuenta de los enormes avances obtenidos durante la última década, pero también de las tareas inconclusas y las asignaturas pendientes. Esta discusión no se debe transformar en un ejercicio de nostalgia o de autoflagelación, debe aportarnos los elementos necesarios para elaborar las mejores propuestas programáticas para las próximas elecciones. Propuestas que nos permitan presentar a los argentinos cuáles son los caminos para continuar avanzando hacia un país con mayor desarrollo, justicia social y soberanía. En segundo lugar, debemos enfrentar el desafío de convocar un frente de fuerzas políticas y organizaciones sociales con la mayor amplitud posible, logrando aglutinar a todos los sectores, trabajadores, estudiantes, profesionales, científicos, empresarios, comerciantes, sectores de economía popular, desocupados, entre otros, quienes han sido afectados por las políticas del Gobierno de Mauricio Macri. Ello exige un particular esfuerzo de humildad y pluralismo que permita plasmar el encuentro de fuerzas populares como parte de un proceso de construcción colectiva. Por último, estos desafíos de elaboración y convocatoria deben complementarse con un trabajo de organización militante que lleve hasta el último rincón de la Argentina la decisión de impedir que avance el modelo neoliberal y poner en movimiento las fuerzas que construirán la herramienta electoral que le devuelva el triunfo al pueblo.

Los peronistas sabemos que tenemos la responsabilidad de ser la fuerza estructurante y convocante para enfrentar con éxito estos desafíos. Con este objetivo, diversas agrupaciones del peronismo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires nos hemos venido reuniendo en torno a la convicción común de que es necesario poner en marcha ya, sin dilaciones, la construcción de este frente, de sus propuestas para la Ciudad y la Nación y del trabajo militante que permita incorporar a todos los porteños y porteñas que anhelan la construcción de un país con justicia social. En este camino de unidad imprescindible, convocamos a todas las organizaciones que integran el movimiento nacional y popular y a todos los compañeros y compañeras militantes al acto que realizaremos el lunes 17 de octubre a las 18hs en Sarmiento 2055 para recordar todos juntos el Día de la Lealtad.

En su discurso del 17 de octubre de 1950 Evita dijo frente a su pueblo: “Nació en los surcos, en las fábricas, en los talleres. Surge de lo más noble de la colectividad nacional. Fue concebido por los trabajadores en el trabajo y su desarrollo contempla sus aspiraciones también en el trabajo. El 17 de octubre, mis queridos descamisados, es una aspiración, es un canto hecho realidad.”

En momentos en que el trabajo de los argentinos está en peligro, este Día de la Lealtad debe convertirse en un llamado a la unidad para hacer realidad las aspiraciones de trabajo, dignidad, justicia y libertad de nuestro pueblo.

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