Los estatales volverán al paro a mediados de noviembre. “Para equiparar lo que hemos perdido este año, lo único válido para nosotros es la reapertura de paritarias. No nos van a conformar con un bono miserable ni nos vamos a atar a lo que decidan otros”, afirmó a Página/12 el secretario general de ATE, Hugo “Cachorro” Godoy. La medida de fuerza abarcará a las administraciones nacionales, provinciales y municipales y, como es habitual, la reforzarán movilizaciones en las principales plazas del país.

Será el sexto paro nacional de estatales desde la llegada de Cambiemos al gobierno, en una escalada de conflictos que comenzó con los más de 30 mil despidos del primer trimestre y se profundizó con una paritaria que cerró en un 27 por ciento de aumento anualizado. El primer paro fue en diciembre del año pasado. Después hubo huelgas en febrero, mayo, agosto y septiembre de este año. Los estatales tuvieron una pérdida de poder adquisitivo del 17 por ciento en diez meses y desde mayo mantienen su reclamo sin variaciones. “Exigimos reapertura de paritarias, reincorporación de los despedidos y el pase a planta permanente de más de 70 mil trabajadores. Nunca obtuvimos ninguna respuesta”, aseguró Godoy.

Aunque ATE desestima por “insuficiente” el bono que acordó discutir la conducción de la CGT, lo cierto es que el Gobierno dio señales confusas respecto de si los estatales estarán contemplados o no en el beneficio. Tras el acuerdo con el triunvirato, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, aseguró que el Ejecutivo no forzará a las provincias a implementarlo, y sostuvo que en el caso de los trabajadores del Estado nacional, la última palabra la tendrá el ministro de Modernización, Andrés Ibarra. En el entorno de Ibarra dijeron a este diario que recién “habrá novedades la próxima semana”, mientras que el titular del gremio UPCN, Andrés Rodríguez –integrante del Consejo Directivo de la CGT– señaló que “está confirmado” que los estatales tendrán “una compensación similar a la del sector privado”.

Ya hubo dos gobernadores que salieron a instalar que no tienen fondos para pagar el bono: Miguel Lifschtiz, de Santa Fe, y María Eugenia Vidal, de Buenos Aires. “Vidal no sólo niega el bono, niega los aumentos, precariza las relaciones laborales y recorta en las áreas sociales”, denunció el dirigente de ATE Buenos Aires, Oscar de Isasi, quien encabezó el paro de 48 horas que concluyó ayer en la provincia, protagonizado por estatales, judiciales y trabajadores de la salud. Esos tres sectores firmaron a principios de año una paritaria a la baja con la condición de reabrir la discusión en el segundo semestre, y acusan a la gobernadora de no cumplir con lo pactado. “Ya hicimos cuatro paros de 24 horas y tres de 48 horas”, graficó Fernando Corsiglia, titular de la Asociación Sindical de Trabajadores de la Salud de la provincia (Cicop), sobre el grado de conflictividad que mantuvieron a lo largo del año con Vidal. “El conflicto lleva 15 semanas de duración”, aseguró.

“No estamos atados a lo que negocie la CGT y vamos a insistir con abrir la paritaria”, definió Godoy y aseguró que la fecha exacta del paro se resolverá en el confederal de ATE la semana próxima. “Ninguno de los que se sentó a la mesa con el Gobierno nos representa”, definió. Y advirtió a la administración macrista que “habrá mas conflicto a fin de año, cuando se discuta la continuidad laboral de 70 mil compañeros cuyos contratos terminan en diciembre”.