EL PAíS
Ahora comienza la pelea por cada voto para imponer a Carmen Argibay
El Gobierno está confiando en que no tendrá dificultades insuperables en el Congreso, pero ya cuenta cabezas. La sorpresa es el anunciado voto a favor de Bussi. El argumento del aborto y las charlas con los caciques.
› Por Felipe Yapur
En el Senado, el oficialismo mantiene un mesurado optimismo sobre el devenir de la candidatura de la jueza Carmen Argibay a la Corte Suprema de Justicia. Los pocos senadores del PJ que por estos días ocupan sus despachos sostienen que la postulante tiene las condiciones intelectuales y profesionales necesarias para ocupar la poltrona que dejó vacante el destituido Eduardo Moliné O’Connor. Sin embargo, nadie sabe cuánto incidirá en la decisión de los legisladores el cuestionamiento que realizan sectores de la Iglesia Católica contra la aspirante a cortesana.
Los senadores del PJ que apoyan a Argibay consideran que la presión no será tanto por su ateísmo como por estar a favor de la despenalización del aborto. “Es una muestra de la hipocresía que vive el país. Están más preocupados por una declaración que por las centenares de muertes que provoca el aborto clandestino”, indicó un senador justicialista que no oculta su apoyo a la postulante propuesta por el Gobierno. De hecho, las casi diez mil impugnaciones que el viernes recibió el Ministerio de Justicia cuestionan exactamente esos dos puntos. Hasta el momento no hubo críticas a las condiciones profesionales de Argibay. “De acuerdo a lo que se pudo conocer, las impugnaciones no son de peso y están más que nada dirigidas a criticar posiciones personales que tiene la postulante y que no hacen a su condición de jueza de la Nación”, explicó a este diario uno de los integrantes de la Comisión de Acuerdos.
De todas formas, todavía falta mucho. Recién se está integrando la Comisión de Acuerdos. Por ahora lo único seguro es que el justicialista Jorge Yoma será su presidente y el radical de Chubut Norberto Massoni el vice. Trascendió que también la integrarán los justicialistas Eduardo Menem, Sonia Escudero (Salta), Liliana Negre (San Luis), el representante de Recrear, Ricardo Gómez Diez, la porteña Vilma Ibarra (Frente Grande) y Ricardo Bussi (Fuerza Republicana).
El primer desafío para Yoma será conseguir los votos del dictamen. Todo indica que ni Menem ni Gómez Diez estarán dispuestos a favorecer a la candidata del Gobierno. Las motivaciones son diferentes. El riojano, porque todavía masculla desde que lo desbancaron de la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores. En cambio, el partido del salteño, Recrear, fue uno de los que envió cartas en contra de la designación de Argibay. En el oficialismo descuentan que la puntana Negre también votará negativamente: ella no oculta su condición de miembro del Opus Dei.
Contra todo lo esperado, en el PJ aseguran que el tucumano Ricardo Bussi –hijo del detenido genocida Antonio Bussi– votará junto al oficialismo. Al menos así lo hizo saber el representante de Fuerza Republicana a la sorprendida conducción del PJ. Similar posición tendrá la menemista salteña Escudero, quien dejó entrever su voto favorable en conversaciones informales. El centroizquierda, representado por las senadoras Diana Conti y Vilma Ibarra, ya anticipó su respaldo.
Tanto Yoma como el presidente del bloque del PJ, Miguel Pichetto, saben que el tema del aborto, como elemento de presión para modificar decisiones, será un arma difícil de contrarrestar. “Acá lo que está en juego es la designación de una jueza de la Corte donde se debe tener en cuenta cuáles son sus condiciones técnicas y profesionales para ocupar ese puesto. Lo que ella opine sobre un tema en particular hace a su derecho de libertad de pensamiento”, sintetizó Ibarra. Igual, a la hora de votar, el oficialismo deberá recurrir seguramente a los jefes políticos de los senadores. Al menos así sucedió cuando se votó la designación de Eugenio Zaffaroni, cuando el oficialismo consiguió superar por poco los dos tercios.
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