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Paz en Mar del Plata
“Usted pataleó y lo entiendo, por eso quería decirle que si nosotros avanzábamos en la idea de ir a Mar del Plata era porque nadie nos decía que no.” Las palabras pertenecen a Raúl Castells, y a una comunicación telefónica con el intendente de Mar del Plata, Daniel Katz, que 24 horas antes parecía imposible. Ayer por la tarde, a pedido del gobierno provincial, el líder piquetero llamó a Katz, para destrabar los cruces que se generaron cuando el jefe comunal expresó su rechazo a la realización de un congreso nacional piquetero en esa ciudad a fin de mes.
“Coincidimos en buscar un lugar más compatible en espacio, que evite cualquier problema”, señaló Castells a Página/12. Aunque salió a enfriar la situación, el líder del MIJD dijo que “así como veo la buena voluntad de Katz, sé que detrás de esto está presionando el Gobierno para que no hagamos el congreso”.
El conflicto se inició el lunes cuando el intendente marplatense le pidió al ministro del Interior, Aníbal Fernández, que interviniera para impedir la realización de la Asamblea Nacional Anual del MIJD en el centro de deportes ubicado en plena Rambla. “Puede hacerse en Chapadmalal o en una localidad vecina, hay que analizar ese punto, pero tiene que quedar en claro que nuestra posición no es ideológica, sino puramente operativa: Un encuentro de 5000 personas a metros de la Bristol sería un caos”, explicó ayer Katz.
Informe: Alfredo Ves Losada