EL PAíS
› ACTOS Y MOVILIZACIONES KIRCHNERISTAS PARA MARZO
De Michelangelo a la ESMA
El kirchnerismo se moviliza para dominar la escena y la calle el mes que viene. Cómo preparan el acto del primero, su encuentro nacional del 11, la marcha del 25. Y el broche de oro, del 24 en la ESMA.
› Por Fernando Cibeira
A la par del aparente repliegue piquetero, marzo será el mes en que el Gobierno se lanzará a la calle. Habrá una movilización, un acto político y un fuerte gesto en materia de derechos humanos. De esta forma, comenzará a tomar forma una de las obsesiones de los kirchneristas puros: que el Presidente capitalice los índices de popularidad que hoy marcan las encuestas y que lo han convertido en referente casi único del escenario político. La coronación de la jugada no será en marzo sino en mayo. Más exactamente el 25, cuando esperan festejar el aniversario del Gobierno ante una Plaza de Mayo colmada y con Néstor Kirchner y su mujer, la senadora Cristina Fernández, saludando desde el balcón.
En rigor, lo del 1º de marzo en el Congreso para la apertura de sesiones fue lanzado a contrapelo de los deseos del Presidente, que no quiere que ninguna de estas movidas quede impregnada de un tufillo a aparato político. Kirchner, debe recordarse, hizo su campaña hablando despectivamente del “pejotismo”, emparentando el aparato partidario con las viejas prácticas políticas que venía a desterrar.
La iniciativa corrió entonces por cuenta del PJ bonaerense, seguramente la maquinaria política más poderosa del país. Además de quitarle el monopolio de las calles a los piqueteros, los caciques bonaerenses tenían cierta ansiedad por recordarle al Presidente que ellos apadrinaron su acceso a la Casa Rosada, algo que creen conseguirán si logran una movilización masiva que calculan en 20 mil personas.
Por eso, como explicó ayer Página/12, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, ya puso manos a la obra para movilizar también a la militancia porteña, cuestión de emparejar los tantos. Además, como se acordó que la concurrencia participe sin otras banderas que no sean las argentinas, se harán más difíciles los cálculos odiosos. Algo que repiten por estos días cerca del Presidente es que cuentan con que muchos porteños irán por su cuenta para expresarle su apoyo.
Diferente será el tenor de lo que se hará el 11 de marzo en Parque Norte. Ahí ya se puede hablar de kirchnerismo paladar negro y, en lo externo, no se presentará como un acto político sino como un “encuentro nacional de la militancia”. Será una jornada completa, con trabajo dividido por comisiones, paneles y expositores que tendrá como broche de oro el discurso del Presidente, único orador de fondo.
Se puede interpretar como el lanzamiento del Frente para la Victoria –el nombre que adoptó el kir- chnerismo– a nivel nacional. Esa línea saldrá de la aparente unión de los tres grupos que conformaron los seguidores del Presidente hasta ahora dispersos. Ellos son:
u Michelangelo: Allí militan el subsecretario general de la Presidencia, Carlos Kunkel, el vicecanciller Jorge Taiana y los dirigentes Juan Carlos Dante Gullo y Oscar Nieva, entre otros. Tratan de convocar a los militantes de los ‘70 que se alejaron de la política. En los últimos meses –y luego de lanzar el anzuelo de la candidatura de Cristina en la provincia– se dedicaron a recorrer el conurbano.
u Confluencia: Es el grupo que conformaron los ex frepasistas que tempranamente se acoplaron a Kirchner más otros que se les agregaron. Por ejemplo, el canciller Rafael Bielsa, el subsecretario de Relaciones Exteriores Eduardo Sigal y Aldo Sanpedro.
u Corriente: Lo integran entre otros el asesor presidencial José Salvini, el secretario de Asuntos Municipales, el bonaerense Luis Ilarregui, y unos quince diputados nacionales –como el rionegrino Osvaldo Nemirosvsci, el misionero Juan Irrazábal y el mendocino Freddy Fernández– que mañana se lanzarán en el Teatro Ateneo. A diferencia de los otros dos grupos –que tiran más al armado transversal–, la Corriente Federal Peronista aspira a convertirse en la línea interna del kirchnerismo dentro del PJ.
La tercera movilización tiene que ver con la decisión presidencial de convertir la ESMA en un Museo de la Memoria que sirva de recuerdo del horror de la dictadura. Pese a las resistencias que despertó en sectores de derecha y militares, cerca de Kirchner insisten en que no habrá marcha atrás con esta medida. Es más, es probable que en los próximas días el Presidente visite de sorpresa el edificio para conocer en persona el lugar donde se hacían las sesiones de tortura.
El anuncio público se hará el 24 de marzo, en el aniversario del golpe del ‘76. Como es habitual, ese día los organismos de derechos humanos realizarán una marcha en la Plaza de Mayo. Una idea que circula en el entorno del Presidente es que se invite a los organismos a concentrarse frente a la ESMA como forma simbólica de toma de posesión del edificio y expresar su apoyo a la medida.
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