Apenas estalló en Mar del Plata la oposición a la realización del Congreso Piquetero, una de las críticas de las autoridades municipales y de distintos sectores empresariales locales apuntó hacia la empresa Ferrobaires, que dispuso de dos trenes para que los participantes viajaran hacia el encuentro que arranca mañana. Sin embargo, el titular de la firma, José María Ochoa, aclaró que los piqueteros contarán con este servicio por una única y sencilla razón: porque pagaron por él. “El contrato es por un servicio igual al que se da para hinchadas de fútbol o fans de rock, y nunca hemos recibido una queja por darlo. Yo no tengo ningún elemento para no prestar el servicio, porque no podemos discriminar pasaje como si fuera carga”, explicó Ochoa a Página/12.
–¿Qué tipo de servicio contrataron las agrupaciones piqueteras para este congreso?
–Son dos servicios fuera de la frecuencia habitual a Mar del Plata, y como ocurre en todos los casos de servicios charter, las tarifas son inferiores a las corrientes por contratar toda la formación. Es un tren punto a punto, con las comodidades de clase turística sin escalas.
–¿Podían no brindar el servicio como algunos sectores deseaban?
–De ninguna manera podemos negarle el servicio a nadie. Nosotros tenemos que garantizar el viaje y no nos podemos fijar en la naturaleza del pasajero. Sí tenemos que analizar la carga porque no es lo mismo un transporte de metanol que uno de granos. Nosotros damos dos servicios de diez vagones, y si viajan 500, 300 o mil personas no es nuestro tema. Lo que sí debimos establecer fue un máximo de gente por formación (1800 pasajeros) para que nadie vaya parado y evitar problemas. Pero no podemos negarnos porque es un servicio público, e incluso si nos negáramos no tengo dudas de que recibiríamos una denuncia por discriminación.
–¿O sea que es un arreglo exclusivamente comercial?
–Es un contrato que se firmó en los primeros días de enero, mucho antes de cualquier polémica que surgiera. Al principio hubo algún cruce porque los piqueteros querían viajar gratis, pero al final llegamos a un arreglo y convinimos el valor global de 24 mil pesos, no un valor proporcional por cada pasajero. Analizamos los pro y los contra y la única posibilidad era dar el servicio.
–¿Y por qué cree que hubo críticas?
–Porque son piqueteros. Pero es muy sencillo: nosotros transportamos gente para eventos sociales. Incluso el 11 de marzo ponemos cuatro servicios del Marplatense para trasladar gente de la cultura para el Festival de Cine, y el monto global que se paga por ese servicio es menor que el que pagó Castells (aunque esto por una cuestión de que por política comercial le conviene a la empresa), y no recibimos ni una sola crítica. Más allá de lo que uno piense tenemos que respetar el derecho de la gente a viajar. Yo no puedo discriminar si el que viaja es un piquetero o un turista. En el verano trasladamos a las hinchadas de Boca y River juntas y nadie se queja. La sociedad tiene que estar madura para entender que podemos llevar gente de un evento de rock, un partido de fútbol, o estudiantes a un encuentro. Pero claro, ahora son piqueteros.

Informe: A. V. L.