Los legisladores que promueven el sorteo como método para cumplir con la renovación parcial de la Legislatura porteña tomaron ayer la iniciativa frente a aquellos que pretenden negociar dentro de cada bloque quién deja su banca dentro de dos años y quién la mantiene hasta el 2007: consensuaron un proyecto que propone realizar la selección mediante un bolillero. El procedimiento acordado garantiza la proporcionalidad de fuerzas que resultó de las últimas elecciones y también el cupo femenino.
El proyecto de resolución que terminaron de consensuar legisladores de distintos bloques establece con claridad que “el mecanismo para determinar los turnos de renovación de todos los mandatos será el sorteo”. También precisa que se deberá “respetar la representatividad de las listas” que compitieron en los comicios del 27 de agosto pasado –es decir la voluntad de los electores y no las bancadas que surgieron a partir de la ruptura de los acuerdos electorales– y de las alianzas que se armaron entonces, además de la “proporcionalidad entre varones y mujeres”.
El proyecto fue consensuado, entre otros, por Helio Rebot, Ariel Schifrin, Laura Moresi, Silvia La Ruffa, María Eugenia Estensoro, Roy Cortina y Fernando Melillo. El mecanismo que plantea es que los diputados de cada una de las listas deberán dividirse en dos grupos denominados A y B. Aquellos que ingresaron con un solo representante a la Legislatura –Vilma Ripoll, de Izquierda Unida, y el radical Jorge Vázquez– serán repartidos en ambos conjuntos. Conformados los grupos, se procederá al sorteo: en un bolillero habrá dos bolillas, la A y la B; en el otro dos que definirán los años de mandato, una con el número 2 y otra con el 4.
La Legislatura porteña debe renovarse por mitades. La Constitución local establece que el recambio debe hacerse cada dos años, pero hasta ahora nunca se concretó.