EL PAíS
› FMI Y ABORTO EN LA CHARLA ENTRE BIELSA Y EL PAPA
Todos los temas obligados
El canciller expuso la posición antiabortista de la Argentina, pero marcó diferencias con un proyecto de derecho a las minorías. Hablaron de clonación y Castro, pero de Juan, no de Fidel.
› Por Santiago Rodríguez
“Solidario y contento.” Así se manifestó ayer Juan Pablo II en referencia al acuerdo entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI), durante la audiencia que mantuvo con el canciller Rafael Bielsa, quien no erró en su pronóstico de que no lograría pasar por el Vaticano sin tocar el tema del aborto. Frente a la inquietud de sus interlocutores –también estuvo con el secretario de Estado de la Santa Sede, Angelo Sodano–, Bielsa ratificó “la postura antiabortista” y se llevó los agradecimientos del caso por ese gesto.
La visita de Bielsa al Vaticano se dividió en dos partes: la primera fue la audiencia con el Papa; la segunda la reunión con Sodano y con el sustituto para los Asuntos Generales, el arzobispo argentino Leonardo Sandri, con quienes abordó los puntos que le interesan a la Iglesia.
“Fue un momento sumamente emotivo”, comentó el canciller sobre los 20 minutos que compartió con Juan Pablo II en la Biblioteca Privada Pontificia. Fue Bielsa quien habló la mayor parte del tiempo. Según contaron en la delegación que lo acompaña –que sobre el final ingresó a saludar al Papa–, “le explicó el esfuerzo que está haciendo la Argentina, le habló de la desigualdad social y de cómo los sectores más marginados fueron perjudicados en los ‘90, le contó de la negociación por la deuda y le agradeció la valentía de la Iglesia en sus planteos frente a los organismos internacionales de crédito”.
Juan Pablo II básicamente escuchó. “Ah, Perón; ustedes son peronistas”, dijo en un momento en que Bielsa hacía hincapié en la justicia social. El canciller contó que en otro momento recordó también al “cardenal (Antonio) Samoré y los difíciles momentos de los principios de los ‘80” y que “se acordó con mucho afecto de nuestro país y nos dijo que tenía mucha fe en que vamos a salir adelante”.
El tema de la deuda externa también estuvo presente en los 50 minutos que Bielsa estuvo reunido con Sodano y Sandri, pero ahí surgió la cuestión del aborto. “Repetí las palabras de la esposa del presidente Néstor Kirchner (la senadora Cristina Fernández) en el sentido de que el nuestro no es un país abortista”, contó el canciller al término del encuentro, al que acudió con el embajador argentino en la Santa Sede, Carlos Custer. También reveló que “no hablamos de Carmen Argibay”, una de las candidatas propuestas por el Gobierno para la Corte Suprema, “pero sí hablamos de la doctora Elena Highton de Nolasco, quien es una jueza excepcional”.
No fue el aborto la única inquietud de las autoridades del Vaticano a la que tuvo que hacer frente Bielsa: también le manifestaron su preocupación por la clonación humana y por un proyecto sobre el derecho de las minorías –que incluye a los homosexuales– que presentó Brasil ante las Naciones Unidas y que la Argentina respaldó. La respuesta al segundo de los planteos no habrá satisfecho a Sodano y Sandri porque Bielsa contestó que estaba decidido a seguir avalando la iniciativa brasileña. En cuanto a lo primero, lo que respondió fue que la posición del Gobierno es contraria a la generación de vida por vía de la clonación, pero favorable al desarrollo genético con fines terapéuticos, algo con lo cual la Iglesia tampoco está del todo de acuerdo.
“Más que pasarlos por arriba, eran dos temas en los que queríamos fijar claramente nuestra posición”, destacó a Página/12 un colaborador del canciller. Aun cuando en torno de esos dos puntos Bielsa mantuvo posturas que no son las que defiende el Vaticano, quienes lo acompañan consideraron que la reunión “fue muy buena” y agregaron: “Lejos de toparnos con un frontón, encontramos comprensión más allá de las posiciones dogmáticas”.
Sodano y Sandri también le recordaron a Bielsa un viejo pedido de la Iglesia para tener una FM y un canal de televisión y lo sorprendieron con otra cuestión vinculada con los medios: la muerte de Juan Castro. “Curiosamente era un tema que tenían muy presente”, comentó el canciller.
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