Una nueva elección sería finalmente la salida consensuada para la crisis de los dos intendentes de San Luis. La idea la tiró el martes el presidente de la Corte Suprema, Enrique Petracchi, en la audiencia de conciliación que se realizó en Tribunales. Y, ayer, la aceptaron los intendentes en pugna: María Angélica Torrontegui, que responde a los Rodríguez Saá, y Daniel Pérsico, el opositor. “Como dirigente política y con vocación democrática, no hay problemas de ir a una nueva elección”, sostuvo Torrontegui. “Yo vería prima facie hacer una especie de elección entre los dos y que quede quien gane”, dijo, en tanto, Pérsico. Es decir, por primera vez se pusieron de acuerdo en algo.
En la conciliación, Petracchi les avisó que la Corte podía fallar pero que sería más conveniente que ellos llegaran a un acuerdo político y, en esa dirección, propuso la convocatoria a un nuevo comicio. Sería el tercero. Pérsico llegó a la intendencia el 9 de noviembre pasado, en elecciones convocadas por su antecesor, Carlos Ponce, también opositor a los Rodríguez Saá.
La gobernación desconoció estos comicios e hizo su propia elección el 23 de ese mismo mes, con el aval del Supremo Tribunal provincial. Esa elección la ganó la oficialista Torrontegui. Desde entonces, ambos se consideran intendentes legítimos, con todos los trastornos imaginables que ello puede acarrear.
Torrontegui, después de tomarse un día para meditarlo, no encontró argumentos para oponerse a la sugerencia de Petracchi. Opinó que la propuesta era “buena”, porque permitiría destrabar la situación. Agregó que más allá de que se considera la “legítima intendente de la ciudad de San Luis” está dispuesta a “defender los votos de los representados”.
Pérsico también se mostró de acuerdo aunque puso sobre el tapete la cuestión de la fiscalización, desconfiado de lo que pueda suceder en el recuento en una provincia en la que los Rodríguez Saá dominan todos los resortes del poder. Pérsico pidió que el control quede a cargo de un “ente nacional, dentro del marco de la autonomía, o sea con un tribunal electoral municipal fiscalizado por algún ente nacional”. Pérsico aseguró contar con sondeos que lo darían ganador.
Sin embargo, ni Torrontegui ni Pérsico tienen la convicción de resultan ganadores en la contienda. Torrontegui sabe del acelerado desgaste que está sufriendo el poder de los Rodríguez Saá, mientras que a Pérsico le preocupa la heterogeneidad del movimiento opositor, que no lo tiene como principal referente. Por eso, si bien ayer aceptaron públicamente la nueva elección, todavía no se sabe nada sobre los próximos pasos para llegar a la convocatoria ni hay hipótesis sobre su posible fecha.