En respuesta a un reclamo de larga data en el sector docente, el gobierno porteño presentó ayer un programa para mejorar el salario de los 42 mil maestros de escuelas públicas de la ciudad y de las privadas que reciben subsidio estatal, mediante la incorporación progresiva de los adicionales no remunerativos que perciben, al salario básico. Además de esta mejora, el plan incluye un proyecto de ley para modificar la escala de antigüedad y aumentar los salarios más bajos y el sueldo inicial de los maestros. “Queremos que esto aporte sangre joven”, explicó la secretaria de Educación de la ciudad, Roxana Perazza, durante la presentación junto al jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra.
En un acto que se realizó en la Jefatura de Gobierno, la titular de Educación, junto a Ibarra y la secretaria de Hacienda, Marta Abramonte, detalló los puntos del programa que, además del ordenamiento de los salarios y la modificación de la antigüedad, avanza en la actualización de los diseños curriculares de las escuelas medias, profundiza el Programa “Deserción Cero” y plantea cambios al sistema de evaluación docente.
El cronograma anunciado se aplicará gradualmente desde este año hasta el 2007 sobre los tres adicionales salariales no remunerativos que perciben actualmente los 42 mil maestros de escuelas públicas de la ciudad, que representan el 30 por ciento de los salarios. “Esta medida apunta al doble objetivo de dar respuesta a un reclamo del sector docente para incorporar los adicionales al sueldo y de mejorar los aportes jubilatorios”, explicó Perazza. Para que los docentes no sean perjudicados con un salario disminuido por nuevos descuentos –se detalló–, se contempla una compensación para que todos los meses reciban el mismo salario de bolsillo.
“Los mayores aportes a la seguridad social –aseguró Perazza– servirán como incentivo para jubilarse a los maestros con mayor cantidad de años de servicio, e incorporar así a sangre joven.” El programa demandará al Gobierno de la Ciudad una inversión de 13 millones de pesos.
En el mismo sentido avanza el otro punto central del plan: la modificación de la escala de antigüedad para quienes tienen menos de diez años de servicio. El proyecto de ley para esta reestructuración deberá ser tratado por la Legislatura porteña y establece un cuadro de modificaciones en las distintas categorías de antigüedad, que beneficiará a más del 13 por ciento de los docentes públicos de la ciudad.
Este cambio –que eleva el piso de la escala del 10 al 30 por ciento del ingreso desde el primer año– mejorará en un 14,8 por ciento el sueldo básico de los maestros con un año de antigüedad, el 10,7 por ciento de los que tienen entre 2 y 3 años, el 6,4 para los de 4 y 6 años, y el 2,9 por ciento los que poseen entre 7 y 9 años de servicio.
El programa presentado ayer tiene otros puntos destacados:
- En el marco del plan “Deserción Cero”, se abrirán nuevos espacios en colegios secundarios para alumnos que decidieron volver a la escuela. “Hemos tenido –explicó Perazza– llamados de chicos que repitieron primero o segundo año y dejaron el colegio y pensamos abrir secciones para albergarlos.” La secretaria calcula que hay 16 mil chicos de más de 16 años fuera del sistema educativo.
- Se implementará un programa de reformas en escuelas medias, apuntadas a “que los dos primeros años sean para conocimientos básicos y a partir del tercero los estudiantes se especialicen en la carrera que quieren seguir”.
- Se modificará la forma en que se evalúa el desempeño docente modificando las planillas que regían desde la última dictadura y se establecerá un plan para que los docentes ingresen al cargo por concurso.
- La Secretaría de Educación porteña está distribuyendo además cuadernos de comunicaciones que incluyen algunas recomendaciones para los padres de 25 alumnos de primer grado. Para los docentes han elaborado además cuadernillos con la agenda educativa del 2004, que incluye las fechas destacadas y acontecimientos educativos del año.