Un emisario del juez Jorge Urso pasó ayer por el juzgado de su colega Norberto Oyarbide con una misión especial: conseguir la dirección de Carlos Menem en Chile. No sería, como desafió el riojano días atrás, una iniciativa destinada a viajar para indagarlo al país vecino. Aunque ya le concedió tres prórrogas, el rumor dice que Urso estaría decidido a ordenar su captura internacional si otra vez falta a la cita del martes que viene en la causa por irregularidades en la construcción de las cárceles de Ezeiza y Marcos Paz. De todos modos, el ex presidente no agotó todas sus herramientas y todavía, si quiere, puede recusar a Su Señoría. Eso es lo que hizo con Oyarbide en el expediente sobre la omisión maliciosa de cuentas y bienes, que está paralizado mientras la Sala II de la Cámara Federal discute si ese juez puede seguir al frente de la pesquisa. La realidad es que con toda clase de piruetas hasta ahora Menem se salió con la suya y logró el objetivo de dilatar lo máximo posible los tiempos. Habrá que ver con qué recurso sorprende la próxima semana.