EL PAíS
› TORRES DE TOLOSA RECUSO AL FISCAL DE LA CAUSA ESMA
Un civil muy adoctrinado
Gonzalo Torres de Tolosa, abogado de militares acusados por la represión en la dictadura y el único civil requerido en extradición por el juez español Baltasar Garzón, volvió a recusar al fiscal Eduardo Freiler, en un desprendimiento de la denominada “Causa ESMA”. El amigo de Jorge “Tigre” Acosta, como él mismo lo admitió varias veces, interpuso un recurso de queja ante la Cámara de Casación en contra de una resolución de la Cámara Federal, que había rechazado su pedido de desplazar del caso al fiscal.
En su extenso escrito, Torres de Tolosa argumentó que Freiler no puede intervenir en esa causa porque está imputado, por denuncias que realizó él mismo, por su actuación en esos expedientes. Pese a las manifestaciones en contrario del fiscal, consideró que no está acusado de ningún delito y que las imputaciones que le formuló Freiler son nulas.
El abogado, íntimo amigo de uno de los responsables del centro clandestino de detención más grande del país que funcionó en la ESMA, también embistió contra Germán Moldes, el fiscal ante la Cámara Federal, quien en recientes declaraciones dijo que se excusó de opinar sobre las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida por haber sido “encarcelado y torturado durante la dictadura”. Por esas razones, pidió que “se lo aparte de las causas en las que ilegítimamente intervino, siendo oportunamente indagado, procesado y detenido, en principio, por los delitos de privación ilegítima de la libertad, tormento y traición a la patria”.
Torres de Tolosa fue incriminado por el ex marino Adolfo Scilingo en su testimonio y, aunque él negó haber participado de un “vuelo de la muerte”, reconoció en una entrevista publicada por la revista Noticias que, durante la última dictadura, visitaba la ESMA “dos veces por semana”.
“Garzón está loco. Hace todo esto porque quiere ser Premio Nobel de la Paz, pero es un trucho”, había dicho cuando se enteró de su pedido de extradición. En ese momento, Torres presentó en la Justicia Federal un escrito donde querelló al juez Garzón, al camarista Gabriel Cavallo y al canciller Rafael Bielsa, por los delitos de privación ilegítima de la libertad, tormento, fraude procesal y traición a la Patria. También acusó a Garzón de vender y consumir drogas y de participar en orgías sexuales.