EL PAíS
› KIRCHNER ESTA CABRERO CON DUHALDE, DE LA SOTA, OBEID Y SCIOLI
“Representantes de la transeternidad”
Por F. Y.
Desde Washington
Kirchner ríe, se desplaza con comodidad por los Estados Unidos. No duda en mostrarse distendido, alegre y hasta entusiasmado con el devenir de su viaje. Sin embargo, está cabrero. Le molestó la reunión que Eduardo Duhalde mantuvo con los gobernadores José Manuel de la Sota y Jorge Obeid y el vicepresidente, Daniel Scioli. Tampoco le gustó el encuentro, en el avión camino a Colombia, con Raúl Alfonsín. Así, y a pesar de los esfuerzos por apaciguar los ánimos, el jefe de los diputados José María Díaz Bancalari, no consiguió que el Presidente al menos disimule su disgusto. Desde ayer y cada vez que hace una referencia a este grupo dice que son “los representantes de la transeternidad”. Es más, agrega que “les está faltando el edecán que es (Reynaldo) Bignone”.
Cuando los periodistas se le acercan y lo consultan sobre los avatares de la interna justicialista, el Presidente dice: “Yo no hablo de pequeñeces cuando estoy en el exterior”. Pero la preocupación que expresan los rostros de Bancalari y hasta del gobernador entrerriano, Jorge Busti, infiere lo contrario. Cada tanto, el Presidente los convoca para conversar de lo que está sucediendo con el hasta ahora aliado bonaerense y sus interlocutores se retiran temerosos por el nivel que está tomando la polémica.
A Bancalari no le gusta el nivel de tensión que hay entre ambos dirigentes. “Es peligroso que estos dos locos se peleen. Una ruptura no terminará solamente con el Gobierno, se llevarán el país puesto”, le confesó el diputado bonaerense a uno de los miembros de la comitiva que lo miraba azorado. El legislador dice que el distanciamiento entre los dirigentes necesariamente se tiene que producir, “pero no ahora” porque se están quemando etapas. El presidente del bloque de diputados habló y mucho de esto con Kirchner, quien le dijo que sería bueno que le repitiera los mismos argumentos a Duhalde. Bancalari, que todavía goza de la confianza presidencial, se comprometió a reunirse con el cacique bonaerense para mediar en la pelea. Sin embargo, ello no evitó que Kirchner lo califique como uno de los integrantes del “grupo mausoleo”, en referencia al encuentro que se realizó en la quinta de San Vicente donde se piensa construir el museo en homenaje a Juan y Eva Perón. La broma hace sonreír a Bancalari, pero le cuesta un poco.
Busti también está intranquilo. Hasta que subió al Tango 01 pensaba que la pelea entre Kirchner y Duhalde era para entretener a los periodistas: “Pero éstos están enojados en serio. No es joda lo que pasa, che”, repite el mandatario entrerriano. El gobernador, como su colega diputado, cree inconveniente una disputa de este tipo. Coincide además con Bancalari en la conveniencia de que Kirchner se avenga de una vez por todas a conducir el partido. “No digo que sea el presidente del PJ, pero podría armar una lista y eso calmará los ánimos y evitará los espíritus levantiscos”, repiten, sin saberlo, casi a dúo.
Las críticas de Kirchner a los movimientos de Duhalde se hacen extensivos también a su vicepresidente Scioli. Tanto él como sus colaboradores más íntimos tienen el dato de que el ex motonauta se acercó al ex presidente luego de que lo tentara para comenzar a caminar la provincia de Buenos Aires. Duhalde mira a Scioli y lo imagina reemplazando a Felipe Solá en el 2007. “Daniel es un chico grande, sabe lo que hace. Veremos que hace cuando presentemos nuestro candidato”, ironizó Kirchner ante sus colaboradores que lo miraron con la esperanza de que el Presidente develara el secreto, que pronunciara el nombre de su esposa, Cristina Fernández. Nada; el titular del Ejecutivo selló sus labios.