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Qué aprender de la historia
Este texto es en respuesta a la nota “Aprender de la Historia”, de Osvaldo Bayer, publicada en Página/12 el domingo 9 de mayo.
Nos preocupa profundamente la incomprensión sobre el hecho histórico de lo que significó para los trabajadores el peronismo; éste impulsó conquistas sociales para los trabajadores, potenció el rol de los sindicatos y el papel de la CGT, fomentó la unión de todos los obreros sindicalizados a nivel continental a través de la creación de la Asociación de Trabajadores Latinoamericanos Sindicalizados y todos los derechos sociales, económicos y políticos fueron incluidos en la Constitución Nacional de 1949. Lamentamos la subestimación de este proceso histórico, máxime en un investigador que por su trabajo y su compromiso social tiene un merecido reconocimiento no sólo en círculos académicos sino también entre los trabajadores. En lo que respecta a Eva Perón, nos es incomprensible la vinculación que efectúa con Julio A. Roca y con la Liga Patriótica Argentina, pues comparar su discurso del 1° de Mayo de 1949 con las intenciones de los grupos reaccionarios de los años 20 es un profundo error de análisis, máxime en alguien que ha estudiado intensamente ese período. Que la construcción discursiva y el análisis político subjetivo que hace Bayer con relación con el proletariado no se adapte a la realidad de los trabajadores argentinos de aquellos años, no hace más que reafirmar la distancia con cierto pensamiento que hizo a los obreros desechar determinadas ideologías ajenas a su sentir y adherir a un proyecto enraizado en un hecho histórico de carácter revolucionario como fue el 17 de octubre de 1945, donde un pueblo pidió por la libertad de quien eligió como líder, y que era pedir por su propia libertad. Nada más alejado de la ideología reaccionaria que el discurso de Juan Perón de esa jornada donde aconseja a los trabajadores: “Unanse, sean hoy más hermanos que nunca, pues sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse en esta hermosa tierra la unidad de todos los argentinos”. Palabras de igual contenido pronunciaría Eva en 1947 al decir que “trabajaremos por imponer la justicia, basada en el respeto, en el principio de igualdad de los derechos y en el de la libre determinación de los pueblos. Trabajaremos por la justicia que América reclama para el mundo... Trabajaremos por la justicia social para el trabajador del continente”.
La concepción de solidaridad entre los trabajadores a nivel nacional y continental, el modelo de inclusión política y social para las mujeres y el amparo a los más humildes cimentó en Eva su fe revolucionaria, expresada en obras concretas que buscaban una identificación entre pueblo y doctrina, entre masa y líder, como bien sabe Osvaldo Bayer que sucede en todo proceso revolucionario. Creemos que su artículo está teñido de prejuicios ideológicos que invalidan cualquier análisis respecto de quien dio su vida por la causa de los trabajadores sin declamaciones grandilocuentes y con mucho amor. Debemos no sólo aprender de la historia sino también buscar la verdad y reflejarla de la manera más objetiva posible.
Pablo Vázquez
Virginia Franganillo
Juan Martín Repetto