La Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) reclamó al presidente Néstor Kirchner y a los legisladores que convoquen a una consulta popular para decidir si los ocho mil millones de pesos de superávit fiscal “se van a usar para pagar a los acreedores externos o para resolver los problemas de nuestro pueblo”.
Así lo planteó el titular de la Central, Víctor De Gennaro, en el acto de cierre de una jornada “por la distribución de la riqueza, autonomía nacional y más democracia”.
Los gremios y organizaciones de desocupados de la CTA se movilizaron en la Capital Federal y en 18 provincias del interior. Lo hicieron con un discurso de respaldo a las principales medidas del Gobierno y críticas centradas en los grupos económicos. Los dirigentes de la Central puntualizaron que, a su entender, hoy existe una puja por la distribución del ingreso, que se resolverá en particular en el destino que se otorgue al superávit de este año.
En el acto frente al Congreso, el piquetero Luis D’Elía, encargado del discurso inicial, fue quien formuló las más fuertes expresiones de apoyo a la gestión de Kirchner. “Este gobierno no sólo es mejor, es cualitativamente diferente”, dijo desde el palco. El diputado consideró que el actual es “un gobierno en disputa” y que “no es momento de que los referentes del campo popular nos pongamos en fiscales, sino que debemos acumular fuerzas para enfrentar a quienes desvalijaron el país”. En esa línea, concluyó que “ya no se trata de trata de resistir, sino de usar la experiencia y la fuerza acumuladas”.
De Gennaro, que hizo la intervención final, puso el acento en que la “distribución de la riqueza no es sólo una cuestión económica, sino política”. Y propuso utilizar los mecanismos de participación democrática para sostener el cambio reclamado.
Las propuestas por las que se movilizó la CTA están volcadas en una serie de proyectos de ley que esperan ser debatidos en el Congreso. Allí existen iniciativas para redistribuir la riqueza, tales como la creación de una asignación universal para los menores de 18 años. La Central plantea que como en el país hay 12 millones 800 mil chicos menores de 18 años, asignar 40 pesos por cada chico funcionaría como un fuerte mecanismo de redistribución del ingreso. Otros proyectos apuntan, con el mismo criterio, a los desocupados y a los mayores de 65 años (ver aparte).

Autonomía nacional

Su pedido de democratización alude a dos cuestiones: la libertad sindical y el desprocesamiento de los militantes sociales a quienes la Justicia abrió causas por haber participar en protestas contra el modelo neoliberal. La consigna por la autonomía nacional, en cambio, está centrada en dos temas de fondo, como lo son la deuda externa y la propiedad de los recursos naturales.
Desde el escenario los dirigentes pidieron que se abriera un debate sobre su recuperación. A quienes cuestionan la idea de la estatización, contrapusieron la paradoja de que nuestras privatizadas sean empresas estatales. “Repsol es una empresa estatal, de España, Telecom es una empresa estatal, de Francia, Telefónica es una empresa estatal, de España, y Petrobras es una empresa estatal, de Brasil”, enumeró el titular de la CTA.
Participaron en la jornada, junto a los trabajadores y los desocupados de la Federación de Tierra y Vivienda, los piqueteros de Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa.
Alejandra Giménez integró la columna de ATE Capital. Es abogada y tiene un puesto en el Ministerio de Trabajo, donde a pesar de contar con diez años de antigüedad sigue contratada. “El ministerio tiene dos mil trabajadores, pero la mitad de ellos somos factureros”, dijo ayer a Página/12.
Verónica Frash, maestra jardinera, avanzó con una pancarta que decía “jefes de hogar en hospitales públicos”. Integra el sector de los que por 150 pesos cubren tareas en el sistema de salud. Según Frash, hay 700 personas en su situación, esperando que los reconozcan como trabajadores. “El 15 por ciento con título terciario o universitario y 70 de cada cien con estudios secundarios completos”, enumeró.
Según los organizadores, en el interior del país hubo movilizaciones en medio centenar de ciudades. Los estatales bonaerenses estuvieron de paro. ATE tiene proyectadas otras dos jornadas de huelga con movilización para reclamar una recomposición salarial del sector –que quieren que sea equivalente a la que recibieron los estatales nacionales–, anunciadas para los próximos 27 y 28 de mayo.