EL PAíS
› FALLO CONTRA LOS FISCALES DEL ATENTADO A LA AMIA
Tras los pasos de Galeano
Los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia no volverán al juicio oral por la voladura de la AMIA. Así lo determinó la Cámara Nacional de Casación Penal, al confirmar la decisión del Tribunal Oral Federal 3 que lleva adelante el proceso, que hace dos meses decidió apartar a ambos por pedido de la defensa del reducidor de autos Carlos Telleldín.
En su resolución, los miembros de la sala II del máximo tribunal penal resolvieron que no correspondía hacer lugar al reclamo formulado por ambos fiscales tras haber sido separados del expediente el pasado 13 de abril. Esta decisión provocó una fuerte polémica en la comunidad judía, ya que Mullen y Barbaccia fueron quienes investigaron desde el principio el atentado contra la mutual. Mientras la dirigencia salió casi en pleno a avalarlos, familiares de las víctimas nucleados en Memoria Activa respaldaron su alejamiento.
El fallo –avalado por los camaristas Pedro David y Juan Fegoli, con la disidencia de Raúl Madueño– consideró que la resolución que separó a los fiscales “contiene los fundamentos necesarios” y dio la razón a los miembros del Tribunal Oral 3 respecto de que no existió “gravedad institucional” en su decisión de apartar del juicio a estos dos fiscales. “Corresponde puntualizar en cuanto a la alegada arbitrariedad de la decisión –señalaron los camaristas–, que el examen del fallo recurrido demuestra que éste se encuentra cubierto del embate casatorio.”
La decisión de alejar a Mullen y Barbaccia del caso fue tomada por los miembros del Tribunal 3 luego de que el juicio oral –que está llegando a su fin– reveló que, dos años después de la masacre, el juez federal Juan José Galeano ordenó a la SIDE un pago ilegal de 400 mil dólares a Telleldín, a cambio de que modificara su declaración. Esto desembocó, primero, en la separación de Galeano del proceso. Luego, los magistrados consideraron que ambos fiscales debieron estar al tanto de esa maniobra y dispusieron también su apartamiento.
Tras este fallo, Mullen y Barbaccia tendrán diez días para apelar a un último recurso: la Corte Suprema.