EL PAíS
› SE CREO LA UNIDAD ESPECIAL DE INVESTIGACION
En búsqueda de los niños apropiados
El gobierno nacional creó una nueva herramienta para lograr la identificación de los hijos de desaparecidos que aún siguen sin conocer su verdadera identidad. La Unidad Especial de Investigación trabajará codo a codo con las Abuelas de Plaza de Mayo y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y tendrá facultades para requerir información a todos los organismos del Estado, incluyendo las Fuerzas Armadas y de Seguridad, que ayuden a la búsqueda de los jóvenes apropiados durante la última dictadura.
Luego de reunirse con el Presidente en la Casa de Gobierno, el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, junto a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, anunciaron que Néstor Kirchner firmó un decreto por el cual crea la Unidad Especial de Investigación que estará a cargo de Ramón Torres Molina, un abogado que desde hace años trabaja con las Abuelas.
“Al congregar la información y los archivos de todo el país, el Estado quiere asumir como propia la integridad de la investigación sobre los chicos apropiados”, explicó a Página/12 Rodolfo Mattarollo, jefe de Gabinete de la Secretaría de Derechos Humanos. Según lo establece el decreto, la Unidad centralizará la documentación de los organismos nacionales, que estarán obligados tanto a responder a los pedidos de informes, como a comunicar todo lo que sepan sobre la localización de hijos de desaparecidos.
Con su puesta en marcha, la Unidad complementará la acción de la Conadi, entidad que desde su creación en noviembre de 1992 lleva abiertos 914 legajos de jóvenes que tenían dudas sobre su identidad, de los cuales 11 resultaron ser hijos de desaparecidos. “Ahora se trabajará en forma mancomunada con el Estado. Esto va a promover una cadena de acontecimientos positivos para poder encontrar a nuestros nietos”, afirmó conforme la presidenta de Abuelas, organismo que en sus 27 años de lucha logró devolver la identidad a 78 de los más de 500 niños que, se estima, fueron robados a sus familias por los militares de la última dictadura.
Informe: Martina Noailles.