Ya comenzó el desfile. Uno a uno, 18 diputados del bloque del PJ comenzaron a presentarse desde la semana pasada en el juzgado de Claudio Bonadío. En su mayoría están respondiendo por escrito las preguntas que les entregó el juez por la causa que investiga el pago de sobresueldos. Todo comenzó en 2002, cuando los legisladores del PJ que integran el grupo Talcahuano denunciaron la utilización discrecional –por parte de la conducción de la bancada– de dineros negros.
La mayoría de las respuestas que se están entregando en el juzgado tienen un denominador común, la pluma del duhaldista Jorge Casanovas. Según confiaron fuentes del bloque, el representante de la mano dura del bloque oficialista hizo las veces de asesor jurídico al recomendarles cómo y qué responder. No lo hizo sólo por solidaridad, él también integra el primer listado de legisladores que remitió Bonadío.
La mecánica utilizada por el juzgado es la de convocar a los legisladores por orden alfabético. Así, por ahora se harán presentes en los despachos judiciales aquellos cuyos apellidos comiencen con A, B o C. La primera fue la duhaldista Elda Agüero. Lo hizo el martes pasado. En los próximos días lo harán los también duhaldistas Alfredo Atanasof, Graciela Camaño, Daniel Basile, Nora Chiachio y el propio Casanovas. También está la reutemista María del Carmen Alarcón (Santa Fe), el menemista Manuel Baladrón (La Pampa) y Leila Chaya (Salta), entre otros.
Según trascendió del juzgado de Bonadío, la idea es convocar a todos aquellos que integraban el bloque durante el año 2002. Por ahora son declaraciones testimoniales. Lo llamativo de este primer listado es la ausencia del presidente de la Cámara baja, Eduardo Camaño. Tal vez la razón sea porque ya respondió un cuestionario tiempo antes. De todas formas, es posible que el ultraduhaldista vuelva a prestar declaración ya que los denunciantes lo nombraron en sus testimonios. Si bien nadie dijo que Camaño participó de la trama, sostuvieron sí que presenció una reunión entre los talcahuanos y el entonces jefe del bloque, Humberto Roggero, donde este último reconoció la existencia de los pagos.
El que seguramente está complicado es el diputado cordobés, ya que durante la declaración del talcahuano Gerardo Conte Grand le dijo a Bonadío que “Roggero se dirigió a su escritorio, abrió un mueble que está detrás suyo, extrajo un sobre blanco y quiso entregármelo, comentándome que tenía la suma de mil pesos, que se iba a abonar mensualmente a los diputados del bloque con el objeto de satisfacer la demanda que tenían varios diputados”.
Sin duda, el hecho de que la causa avance va a generar ruido hacia el interior del bloque. Cuando se conoció que Bonadío retomaba la investigación –fruto de la orden que le impartieron los camaristas Gabriel Cavallo y Horacio Vigliani al considerar probado el delito de “ofrecimiento de dádivas”–, se produjeron fuertes quejas por parte de los integrantes del oficialismo. “Botones”, les gritó hace poco menos de un mes un kirchnerista a sus colegas talcahuanos durante una reunión de bloque. Ahora, los denunciantes consideran que volverán las quejas y los ataques.