EL PAíS
Hacia Haití sin escalas, si no hay guerra interna
Los diputados proyectan aprobar el envío de tropas a Haití, que la semana pasada retacearon al Ejecutivo.
› Por Eduardo Tagliaferro
El envío de tropas militares a Haití tendrá el visto bueno de la Cámara de Diputados. De esta manera se cumplirá con el requisito constitucional y de paso también se desandará un escalón en la pelea del duhaldismo con el kirchnerismo (ver páginas 4/5). La semana pasada el Gobierno no consiguió los dos tercios necesarios para que el tema fuera tratado en el recinto. En parte por el apuro del oficialismo y en parte por las internas que hoy sacuden al bloque del PJ. Para el duhaldista Eduardo Camaño la responsabilidad fue de los radicales. Para el titular del bloque peronista, el bonaerense José María Díaz Bancalari, fue del bloque del puntano Adolfo Rodríguez Saá. En cualquier caso la mano de la interna del PJ estuvo presente. Fue esto lo que motivo al presidente Néstor Kirchner a decir que “no lo iban a extorsionar”.
A una semana de aquella sesión que dio motivo a tantas especulaciones, no existen motivos aparentes que permitan prever la no aprobación del proyecto. Pasaron los días reglamentarios para su tratamiento y existe una moción de preferencia votada la semana pasada por la mayoría de las bancadas para discutir la iniciativa. Es sabido que el peronismo tiene mayoría propia en Diputados. Es decir que, habilitado el tema, solo le bastará sentar a los suyos en sus bancas y levantar las manos.
En el medio apareció la interna entre Kirchner y Duhalde, pero ayer los principales voceros de los distintos sectores no creían que la guerra llegase a un punto crítico.
Los radicales anunciaron que votarán en contra del envío de los efectivos militares en la misión de paz. Esto no pone en peligro los números que maneja el oficialismo. Tampoco los desvela el rechazo del bloque del ARI y el del Partido Socialista. También el adolfismo se pronunciará en contra del envío de uniformados.
En el oficialismo aseguran que la semana pasada hubo una comunicación telefónica de los seguidores del puntano que los llevó al engaño. De ella interpretaron que ese bloque de cerca de doce diputados daría su apoyo a la propuesta del Gobierno. También los confundió el hecho de que en el Senado la puntana Liliana Negre de Alonso respaldó la salida de las tropas militares. Lo cierto es que cuando El Adolfo, como lo denominan sus seguidores, regresó de sus vacaciones en Tahití, ordenó votar en contra del envío de una misión a Puerto Príncipe, Haití.
Los denominados transversales aparecen divididos frente a este punto. Algunos respaldan la misión militar y otros no. Los legisladores que reportan al macrismo están de acuerdo. Lo mismo sucede con los restos del cavallismo y con los legisladores encolumnados en el bloque de los partidos provinciales. En suma para el oficialismo el envío de tropas no aparece como una tema complicado.
A doscientos años de su independencia (enero de 1804), las vueltas de la historia le reservan a Haití un extraño lugar. Luego de que su líder independentista, el mulato Alexander Petión, respaldara primero a Francisco de Miranda y luego a Simón Bolívar en su lucha por la independencia de Venezuela, le pusiera tropas, buques y armamento con la condición de liberar a todos los esclavos que encontrara en los territorios latinoamericanos, ahora los haitianos verán llegar a los descendientes de esas revoluciones independentistas. Para algunos, los críticos, arribarán con un espíritu muy distinto del ánimo emancipador del siglo XIX. Para otros, los que están de acuerdo con la medida, cumplirán una misión coordinada de la región.
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