Por R. K.

En el marco de una enorme polémica, la AMIA resolvió anoche convocar para el domingo 18 de julio, a las 9.54, al acto por el décimo aniversario del atentado contra su edificio. Todo indica que la DAIA se sumará a esa concentración pero plantea enormes dudas sobre la presencia allí de familiares: hasta ahora, las tres vertientes en que se dividen los familiares y amigos de quienes murieron en el atentado han dicho que no participarán de un acto en el que estén los dirigentes de la DAIA como forma de rechazar la actuación de la conducción de esa entidad a lo largo de la investigación y del juicio oral. “Nosotros convocamos a todos –le dijo el presidente de la AMIA, Abraham Kaúl a Página/12– y creemos que pueden diferenciarse en los discursos. No es necesario estar de acuerdo para que participemos del mismo acto.” Ante el panorama de discordia habrá que ver también qué decisión toman el presidente Néstor Kirchner y su esposa, quienes el año pasado se hicieron presentes.
El debate dentro de la comunidad judía ya provocó la virtual renuncia del presidente de la DAIA, Gilbert Lewi, anticipada en forma exclusiva por este diario hace una semana. Además, recién ayer, a sólo 25 días del trascendental décimo aniversario, salió la convocatoria pública de la AMIA para el acto, una vez que sus dirigentes comprobaron que los acuerdos son difíciles. Hasta el momento, las posturas son las siguientes:
u La AMIA, que es la mutual de la comunidad judía, comunicó anoche públicamente la convocatoria del acto. “Nosotros fuimos la institución que sufrió el atentado y por ello vamos a estar a la hora del atentado, las 9.54, en el lugar de la masacre, la calle Pasteur, para reclamar justicia. Convocamos a todos los que quieran participar. Va a ser un acto muy importante porque el 18 es domingo y entonces podrá concurrir mucha gente que en años anteriores, por razones de trabajo, no lo pudieron hacer”, resumió Kaúl.
u La DAIA no hizo por ahora ninguna convocatoria, ya que vive un intenso debate interno. Hace una semana pidió licencia por tiempo indeterminado su presidente, Lewi, quien argumentó que no podía seguir al frente de la DAIA en tanto no hubiera una autocrítica por el papel de la entidad durante los últimos diez años. En concreto, Lewi cree que la DAIA no fiscalizó la investigación, que se sumó a un juez y a fiscales cuestionables y que fue parte de una historia oficial armada. De hecho, Lewi plantea que hubo connivencia con el gobierno de Carlos Menem y que debe hacerse una revisión de todo lo actuado. Como no hubo acuerdo, se fue de licencia y, por ahora, quedaron al frente de la DAIA dirigentes que sintonizan con la forma de pensar de Rubén Beraja. Todo indica que la DAIA se sumará a la AMIA, aun a riesgo de que el dirigente que hable tenga que soportar un ambiente de reprobación.
u La única agrupación de familiares que ya tiene definido qué hará es Memoria Activa, que desde hace años viene denunciando las maniobras en la investigación del atentado. Memoria Activa realizará, el sábado 17 a la noche, un acto en la Plaza Lavalle, frente a Tribunales, donde tradicionalmente realiza las concentraciones de todos los lunes. De allí, concretarán una marcha de antorchas hasta la calle Pasteur donde se unirán a la Juventud en Guardia hasta que Aclare, que todos los años realiza la vigilia del 18 de julio durante toda la noche.
u La agrupación Familiares no tiene una decisión tomada. En las últimas semanas dieron a conocer que no compartirán un acto con la DAIA por cuestionar la actuación de la dirigencia de esa entidad a lo largo de todo el proceso de la investigación del atentado. Sus referentes sostienen que durante la última década tuvieron muchas discrepancias con los dirigentes, pero que optaron por no hacerlas públicas. Tras lo visto en el juicio oral y el respaldo de los dirigentes al juez, consideran que ha llegado la hora de marcar en forma definitiva las diferencias. Familiares recién resolveráesta semana, porque ahora parece probable que la DAIA se una a la AMIA y ello los pone en el dilema si concurrirán o no a ese acto.
u La tercera agrupación de familiares, Apemia, que lidera Laura Ginsberg, dio a conocer una carta en la que critica duramente al gobierno de Néstor Kirchner considerando que no ha hecho nada por la investigación, pese a las promesas. Ginsberg propuso un acto de los familiares, pero las otras dos agrupaciones por ahora no han aceptado el convite.
Para los dirigentes sería incómodo un acto sin familiares y para éstos no será sencillo aparecer junto a algunos dirigentes. A ello hay que agregarle la postura del gobierno nacional, que el año pasado se hizo presente y que seguramente querrá también estar cuando se cumpla una década del ataque. En la Casa Rosada es indudable que esperarán que las cosas se aclaren y recién allí tomarán una decisión.