Ser kirchnerista en el bloque de diputados del PJ no significa necesariamente conducción, influencia y mucho menos injerencia en las decisiones finales de la bancada. “Tenemos voto pero no voz”, reconoció a Página/12 uno de sus integrantes. Los proyectos de ley que remite el Ejecutivo se transforman en ley porque el presidente Néstor Kir-chner mantiene todavía un alto porcentaje de aceptación pública más que por el peso específico que representan sus diputados dentro del bloque. De todas formas y a pesar de no contar con una figura fuerte, hay dentro del subbloque K quienes quieren comenzar a pelear por los cargos de conducción. Una decisión que por ahora no está totalmente consensuada. Esta es la razón del ceño fruncido en José María Díaz Bancalari, el más kirchnerista de los bonaerenses, que piensa que avanzar de esta manera, más que respaldar al Gobierno, en realidad pone en peligro la integridad de la bancada.
Varios son los inconvenientes que afronta el nuevo sub-bloque kirchnerista. Consideran que nacieron para equilibrar la relación de fuerza interna con el duhaldismo. Por ahora sólo pueden decir que superaron a sus colegas bonaerenses en lo que hace a la cuestión numérica, pero no es suficiente. El duhaldismo es un grupo mucho más homogéneo que los K a pesar de que las internas están siempre presentes. Tienen más años y mucha más experiencia que los noveles kirchneristas.
Los diputados K, en cambio, carecen de tiempo en las lides legislativas como para poder aspirar por ahora a los puestos de conducción en el Congreso. Para colmo entre sus integrantes no hay ninguno que resalte entre ellos como para perfilarse en la jefatura del sub-bloque. A pesar de esto, hay ya dentro del grupo quienes cuestionan la continuidad de Díaz Bancalari al frente del bloque, porque “no es todo lo kirchnerista que dicen que es”.
La opinión sobre las condiciones del bonaerense al frente del bloque está lejos de ser unánime. “No tenemos a nadie que pueda reemplazar a Bancalari. ¿Están locos? Además, les guste o no, es el único legislador que tiene contacto directo con el Presidente y, sobre todo, la mayor confianza del Ejecutivo”, aseguró un enardecido legislador K que representa a una de las provincias patagónicas.
Es más, el kirchnerista patagónico sostiene que, si bien la formación del sub-bloque era necesaria, dice también que hay que moverse con cuidado porque “nuestra gente todavía está verde para avanzar sobre el bloque y mucho menos a la presidencia del Congreso”. Por si faltaran escollos, el diputado destaca que es bueno aprender de los errores ya cometidos. Recuerda que cuando llegó la camada de diputados K en diciembre pasado, muchos creyeron que alcanzaba con representar al Presidente para conseguir puestos de conducción: “Antes que negociar fueron al choque. Para colmo los encargados de conseguir la presidencia de comisiones terminaron volviendo con las manos vacías, pero para el grupo. Ellos, en cambio, terminaron quedándose con alguna que otra comisión”. La frase, sin duda, habla a las claras de la interna que subyace en el sub-bloque K y que anticipa que la pelea por quién se transformará en el vocero del grupo será feroz.
Cree el patagónico también que presionar demasiado puede terminar con agudizar las diferencias internas de la representación del PJ: “Hay que tener cuidado. Lo peor que puede pasar es que se fracture el bloque”.
El legislador, que conoce a Kirchner por haber compartido funciones de gestión en el sur, aseguró a este diario que por ahora es bueno que los puestos de conducción como el de Bancalari y la presidencia de la Cámara a cargo de Eduardo Camaño sigan en las mismas manos, porque “obliga al duhaldismo a respaldar las iniciativas del Ejecutivo. La posibilidad deque no salgan leyes del Gobierno no será responsabilidad nuestra y sí de la gente de Duhalde. Ellos pagarán el costo”.
A la hora de contar cuáles son las falencias del sub-bloque, un grupo de legisladores K señalan la necesidad de contar con un diputado que tenga la capacidad de trabajo de Graciela Camaño. A la bonaerense y esposa de Luis Barrionuevo, le reconocen la responsabilidad de llevar adelante la organización de las sesiones y, sobre todo, las votaciones en el recinto. “Mal que nos pese la Negra Camaño cumple muy bien su rol”, reconoció una legisladora que si bien no es patagónica acompaña el proyecto kirchnerista desde muy temprano.